3 jul 2012

VIH Sida Cuídate en Positivo - Sida - Nociones generales-Causas-Como afecta-Tratamientos-Otros datos.




SIDA ¿de qué se trata?

Última actualización: 05/08/ 2010

¿QUÉ ES?

El acrónimo sida (AIDS en inglés) significa síndrome de inmunodeficiencia humana. Los primeros casos de sida se detectaron en 1981 en Estados Unidos, aunque probablemente existiera en otras partes del mundo en fechas anteriores. Los científicos establecieron en 1984, que el sida es la enfermedad causada por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH; en ingles HIV), un virus indestructible, hasta el momento, que se transmite de una persona a otra, a través de la sangre, o por contacto sexual. Existen varios tipos de virus del sida.
Los más frecuentes son el VIH-1 y el VIH-2. Mientras que el primero se considera responsable de la epidemia que se ha transmitido en el mundo occidental, el VIH-2 parece limitado a la zona oriental del continente africano. No todas las personas infectadas por el virus presentan la enfermedad, aunque la mayoría la acaba desarrollando. Lo más frecuente es que al cabo de unos cinco o diez años, un infectado por el VIH padezca los síntomas de la enfermedad si no ha recibido tratamiento. Aunque no existe cura para erradicar al virus del organismo infectado, se han elaborado una serie de medicamentos que pueden retrasar la aparición de los síntomas patológicos.

CAUSAS

El virus del sida se transmite a través de la sangre, el semen (incluido el fluido preseminal o previo a la eyaculación), así como el fluido vaginal y la leche materna. El virus puede introducirse en el organismo por el recto, la vagina, el pene, la boca, otras mucosas, como el interior de la nariz, o directamente a través de las venas. Las tres vías de contagio más frecuentes son:
·         Por relación sexual (vaginal, oral u anal) con una persona infectada por el VIH.
·         Al compartir agujas, material de inyección o de consumo de drogas.
·         Por la llamada transmisión vertical (de madre a hijo).
·         Ser receptor de una transfusión de sangre o de un producto hemoderivado con fecha anterior a 1987 en España.
El virus del sida no se transmite:
·         Por el aire ni por el agua.
·         A través de animales o insectos (como los mosquitos).
·         Por compartir los cubiertos, servilletas, los aseos o cualquier otro instrumento que no implique contacto sanguíneo o de fluidos sexuales.
·         Por las heces, el fluido nasal, la saliva, el sudor, las lágrimas, la orina o los vómitos, a no ser que estén contagiados de sangre.
·         Por tocar, besar, acariciar o abrazar a una persona infectada.

SÍNTOMAS DE SIDA

Entre un 50 y un 90 por ciento de las personas que se han infectado por el virus del sida experimenta síntomas similares a un catarro o una gripe leve (cansancio, fiebre, pérdida de apetito) que remite a los pocos días, también puede sufrir diarrea, sudoraciones nocturnas o aumento de los de los ganglios linfáticos. La única forma de saber que se ha contraído la infección es con una prueba específica realizada por un profesional sanitario. Muchos VIH positivos no manifiestan los síntomas de presentar la infección hasta que han transcurrido varios años, de ahí la importancia de conocer qué prácticas y situaciones pueden determinar la infección y actuar consecuentemente.

DIAGNÓSTICOS

Para detectar la infección por el virus del sida es necesario realizar un análisis de sangre. En realidad, esta prueba no busca la presencia del VIH, sino de anticuerpos que se han producido para luchar contra el virus. Generalmente, el organismo tarda entre un mes y seis semanas hasta que se producen suficientes anticuerpos para registrarlos en una de estas pruebas, por lo que si se ha encontrado en alguna de las prácticas consideradas de riesgo es conveniente esperar un periodo "de ventana" de tres meses antes de someterse a la prueba del VIH. Estos análisis son muy sencillos de realizar y permiten establecer con certeza si existe o no infección.
En los pocos casos en que pudiera quedar duda, se realizan pruebas complementarias para confirmar el diagnóstico, como el Western blot. No es necesario recurrir al cultivo.La determinación cuantitativa del ARN, denominada «carga viral» se ha incorporado como prueba de rutina, pues es muy útil desde el punto de vista pronóstico y para evaluar la eficacia del tratamiento. Permite un diagnóstico de la infección más precoz que la detección de anticuerpos: éstos no aparecen en sangre sino al cabo de unas 4-6 semanas. Durante ese tiempo llamado período "de ventana", el análisis para detectar anticuerpos es negativo, pero el individuo transmite la enfermedad.

TRATAMIENTOS

El tratamiento varía dependiendo de cada paciente, pero la terapia incluye alguno o algunos de las siguientes familias de fármacos: Inhibidores de la transcriptasa inversa análogos de nucleósidos (ITIAN). Inhibidores de la transcriptasa inversa nucleótido (ITINN). Inhibidores de la proteasa (IP).

OTROS DATOS

Estas patologías engloban un conjunto de enfermedades que, como su nombre indica, aprovechan "oportunamente" la situación de bajas defensas de los pacientes VIH positivos para introducirse en el organismo. En muchos casos, se trata de enfermedades que no se desarrollarían si el sistema inmunológico no se hallase mermado. Esto no significa que estas enfermedades sean únicamente propias de una persona con VIH, hay muchas otras patologías además del sida, que pueden dañar al sistema inmune. Como siempre, sólo el médico puede determinar el diagnóstico, que en este tipo de enfermedades requiere, junto con el examen de los síntomas, un análisis de laboratorio. Algunas de las más frecuentes son:
·         Neumonía por Pneumocystis carinii
·         Tuberculosis
·         Candidiasis
·         Citomegalovirus
·         Herpes
·         Infecciones por MAC
·         Toxoplasmosis
·         Sarcoma de Kaposi
Las mujeres merecen un capítulo especial en VIH/sida, porque como colectivo poblacional está experimentando un gran incremento de nuevos casos de infección, sobre todo las africanas y latinoamericanas. Además, el contagio por vía sexual de varón infectado a mujer es mucho mayor, unas ocho veces más, que el opuesto, de mujer infectada a hombre. Las razones pueden encontrarse en que, por el momento, son más los hombres infectados que las mujeres y, además, los órganos sexuales de la mujer ofrecen un área de exposición mayor que la del varón.
Las mujeres cuentan con otras dos características que les confieren cierta peculiaridad ante el VIH/sida: la prevención no siempre depende de ellas y, además, forma parte de uno de los tipos de transmisión viral, la de madre a feto. Respecto a la prevención, hay que tener en cuenta que la vía de contagio más frecuente entre las mujeres son las relaciones heterosexuales (son muy pocos los casos, aunque existen, de contagio por relación homosexual femenina).
La posibilidad de evitar la transmisión en una relación heterosexual depende del empleo del preservativo y esto es algo ligado muy estrechamente a ciertos elementos culturales y de género. La desigualdad en el seno de una relación heterosexual puede influir en el uso del preservativo, el único método anticonceptivo que además, protege frente a la transmisión del sida y otras ETS. Junto con esta susceptibilidad a ser infectada, la mujer genera un riesgo adicional de contagio al asumir una maternidad. Los niños y las mujeres constituyen más de la mitad de las personas infectadas por el virus del sida en todo el mundo. La transmisión del virus puede producirse durante la gestación, en el momento del parto (transmisión perinatal) o posteriormente, durante la lactancia.
Lactancia
La madre seropositiva debe sopesar el riesgo que supone amamantar al recién nacido, otra de las posibles vías de transmisión, aunque en los países subdesarrollados puede que no exista otro medio de alimentación para el neonato; en estas regiones la OMS aconseja la lactancia, aún con el riesgo de transmitir el VIH, porque el efecto protector de la leche materna evita que el recién nacido muera por otras infecciones. Si a pesar de las precauciones tomadas durante el embarazo y el parto, el recién nacido acaba infectándose, el médico estudiará el tratamiento que debe seguir.
Aproximadamente, el 20 por ciento de los niños seropositivos desarrolla sida durante su primer año de vida y fallece a los 4 años. El 80 por ciento restante, experimenta una progresión más lenta y no empieza a presentar los síntomas más graves hasta la adolescencia, de hecho suelen tener un peso y un crecimiento normales, aunque pueden aparecer problemas en el aprendizaje y ciertas capacidades motoras, como caminar. 

Los niños VIH positivos sufren con mayor frecuencia que los no infectados enfermedades e infecciones (infecciones oportunistas). Las más comunes son neumonías -la principal causa de muerte entre los pequeños infectados-, citomegalovirus y una enfermedad poco frecuente entre los adultos, la neumonitis intersticial linfocítica, condición que merma progresivamente la función respiratoria -como la neumonía- y a menudo requiere hospitalización.

Convivir con el sida
Algunas recomendaciones para prevenir infecciones y enfermedades en las personas seropositivas:
·         Lave sus manos a menudo, con agua y jabón durante al menos 15 segundos, así evitará transmitirle gérmenes al paciente. Si sus manos se secan puede utilizar cremas hidratantes, pero no deje de lavarlas. Sea especialmente cuidadoso si tiene catarro o gripe. 
·         Cubra sus heridas y cortes, incida en las de las manos. Si tiene que curar alguna herida de la persona infectada utilice guantes desechables. Empléelos también si tiene que limpiar el cuarto de aseo o recoger las heces o vómitos de una persona seropositiva, así como para lavar boca, recto o genitales de estos pacientes. 
·         Si tiene que administrar medicamentos a un VIH positivo a través de inyecciones, extreme precauciones para no pincharse, es una posible vía de infección, pero no se deje dominar por el pánico si por error se pincha; hay un 99 por ciento de posibilidades de que no se infecte. Lave cuidadosamente la zona del pinchazo con agua y jabón y acuda al médico para que le aconseje sobre qué hacer.
·         Procure alejar a las personas enfermas de la persona infectada. Cualquier enfermedad leve y común, como un resfriado, puede perjudicar a un seropositivo. Si está enfermo, emplee mascarillas que protejan al paciente de posibles contagios 
·         Tenga cuidado con las mascotas. Tener un animal de compañía puede beneficiar emocionalmente a una persona infectadas, sin embargo es preferible que evite tocar sus heces, los lugares donde vive o los útiles donde come. 
·         Mantenga la casa limpia. El polvo puede contener gérmenes patógenos para un VIH positivo. 
·         Una persona infectada por el virus del sida puede cocinar sin peligro de contagiar a nadie. Sólo hay que incidir en la higiene. En caso de que la persona que cocina tenga diarrea (sea VIH+ o no) no debe cocinar, porque aparece causada por distintos gérmenes que pueden transmitirse con la manipulación de los alimentos. Las personas no infectadas pueden compartir con toda tranquilidad la vajilla con los seropositivos; los VIH+ no necesitan vasos, platos o cubiertos separados, ni tampoco hay que lavarlos de forma especial, únicamente, con agua caliente y detergente. 
·         Procure que la habitación del paciente se encuentre cerca del cuarto de baño. Los pacientes con VIH/sida pueden vivir con su enfermedad durante mucho tiempo y hacer una vida completamente normal y seguir trabajando, siempre que cumplan las pautas aconsejadas por su médico, coman adecuadamente, duerman con regularidad y eviten el sedentarismo. Sin embargo, la posibilidad de transmisión, el carácter crónico de esta enfermedad y el complejo tratamiento, pueden hacer mella en el paciente y provocar frustración, rabia o depresión. Estas son algunas pautas que pueden observar las personas que conviven con un VIH positivo, para que no se sienta solo y sí algo más comprendido. 
·         Respete su independencia y privacidad. 
·         No tome decisiones por esa persona, ni haga todo por ella 
·         A nadie le gusta sentirse inútil. Deje que le ayude en todo lo que pueda o quiera. Es importante que dentro de la casa se sienta parte del grupo. 
·         Charlen, conversen. Si quiere hablar de su enfermedad o de cómo se siente ante ella, escúchelo, intente entederlo y apoyarlo Invite amigos a que lo visiten. 
·         Fomente su sociabilidad. Salgan a cenar, al cine o a dar un paseo por el parque. 
·         El contacto físico como un beso o cogerse de la mano es una forma de expresión, que adquiere connotaciones especiales para una persona con una enfermedad contagiosa como el sida. 
·         Indague sobre qué cosas le hacen sentir más cómodo en casa. Pregunte si quiere o necesita ayuda en el aseo diario, por ejemplo, hay personas que sienten vergüenza al pedirla, aunque la necesiten.

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