3 oct 2009

VIH Sida - Mujeres; las esterilizan sin su consentimiento.


Un activista surafricano enseña cómo usar un condón.
Foto: Reuters / Rogan Ward
El Periódico de Catalunya - 03/10/2009
Artículo de Joan Canela
Johannesburgo.

Giro político ante un desafío sanitario - Guerra sin cuartel a la epidemia.
Suráfrica, el país con más infectados de VIH, lanza una polémica campaña contra el sida.

Hacia una generación libre de VIH.
Este es el lema de la campaña del Consejo Nacional del Sida de Suráfrica que se repite en televisión, prensa y vallas publicitarias. El sida es uno de los mayores desafíos que afronta esta potencia emergente y la campaña trata de lograr la implicación de toda la sociedad para parar una epidemia que afecta a más de cinco millones de ciudadanos, lo que convierte a Suráfrica en el país con más infectados, en cifras absolutas, del mundo.

La campaña ya ha causado una gran controversia después de la denuncia del Centro Legal de las Mujeres de Suráfrica, que ha documentado la esterilización sin consentimiento de, al menos, una docena de mujeres seropositivas. Las asociaciones de mujeres y de enfermos han criticado duramente lo que consideran «un ataque al derecho de reproducción, un derecho humano fundamental», en palabras de Priti Patel, abogada de una oenegé de defensa de los derechos de las mujeres. Pero otras voces discrepan y las páginas de los diarios digitales están llenas de comentarios pidiendo «medidas excepcionales» para impedir que la epidemia del sida afecte una nueva generación. Este escándalo ha estallado simultáneamente al lanzamiento de un nuevo plan gubernamental para frenar la epidemia que precisamente pone el acento en evitar la infección de los niños nacidos de madres seropositivas.

En el primer discurso del Estado de la Nación de su mandato, el nuevo presidente, Jacob Zuma, prometió la extensión de los antiretrovirales a un 80% de los seropositivos, dando preferencia a las mujeres embarazadas. «Queremos reducir a la mitad las nuevas infecciones» declaró entonces Zuma. Se trata de un cambio de política respecto al anterior Gobierno que ha sido saludado con entusiasmo y alivio por expertos y asociaciones de enfermos. «Mbeki [el anterior presidente] optó por una política negacionista del problema. Se negó a extender los medicamentos a la gente que no podía pagarlos y su ministra de Sanidad [la tristemente famosa Manto Tshabalala-Msimang] incluso afirmó que el sida podía curarse con vitaminas y vegetales», explica Ntombozuko Kraai, presidenta provincial de la Campaña de Acción por el Tratamiento (CAT), la principal asociación de seropositivos del país.

Los investigadores.
El nuevo ministro de Sanidad, Aaron Motsoaledi, apareció recientemente en Ciudad del Cabo para presentar el último trabajo de Hoosen Coovadia y Salim Abdool Karim para Lancet, la revista médica más prestigiosa del mundo. Ambos son surafricanos y dos de los investigadores sobre el sida más reconocidos. Tshabalala-Msimang les había llegado a acusar de «irresponsables» por promover los «venenosos» antiretrovirales. Hoy, el nuevo ministro reconoce que aprendió «mucho de ellos» cuando era estudiante de pediatría. «Y aún hoy sigo aprendiendo de ellos», añadió.

Más allá de este giro de 180 grados, el tratamiento de la enfermedad resulta un verdadero problema para la economía surafricana. Para el próximo año se han presupuestado más de 90 millones de euros adicionales para extender la cobertura en antiretrovirales, un esfuerzo importante en un país con importantes y urgentes necesidades sociales que tampoco pueden quedar desatendidas y que ahora afronta la primera recesión económica de su joven democracia.
Para el CAT, la solución que asegure el tratamiento universal y público tiene que pasar por la producción de fármacos genéricos en el propio país. Una opción que ya se ha estrenado con éxito en Brasil, India o Tailandia pero que aún no ha llegado a África.

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