by Shari Margolese
Julio de 2003
Un vistazo a los números.
Han pasado más de dos decadas desde la primera vez que se diagnosticó el SIDA en Estados Unidos. Dado que entre los primeros casos había muy pocas mujeres, se pensó que el SIDA afectaría básicamente a los hombres homosexuales. Sin embargo, con el paso de los años, las mujeres comenzaron a surgir como la "nueva cara del SIDA".
En 1999, el SIDA se había transformado en la quinta causa principal de muerte entre las mujeres estadounidenses de entre 25 y 44 años. La proporción de casos de SIDA entre mujeres ha aumentado más de 3 veces, desde un 7% en 1985 hasta un alarmante 25% en 2001. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en 2001 había 180.000 mujeres seropositivas al VIH en los EE.UU y 19,2 millones de mujeres VIH+ en todo el mundo (cifra que representa casi la mitad de los 42 millones de adultos seropositivos al VIH). El VIH ha golpeado muy fuerte a las comunidades afroamericanas e hispanas. Las mujeres de estas comunidades representan más del 82% de todos los casos de SIDA en mujeres en los EE.UU. También ha habido un aumento en los diagnósticos con VIH en mujeres mayores (45 años y más).
¿Es distinto el VIH en hombres y mujeres?
Hasta hace muy poco tiempo, la investigación sobre mujeres y VIH era muy escasa. A pesar de que muchas preguntas siguen sin respuesta, existe información de que las enfermedades relacionadas con el VIH afectan de forma algo distinta a hombres y mujeres:
Los hombres tienen 8 veces más probabilidades que las mujeres de desarrollar el sarcoma de Kaposi (SK, una enfermedad similar al cáncer que es provocada por el virus del herpes)
Las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de desarrollar neumonía bacteriana y pueden tener mayores índices de infecciones con herpes simple que los hombres. Cuando las mujeres son recién diagnosticadas, tienden a tener menores concentraciones del VIH en la sangre (cargas virales más bajas) en comparación con los hombres. Además, las mujeres tienden a tener recuentos de células CD4 más bajos que los hombres con cargas virales equivalentes. Pero las mujeres parecen estar avanzando hacia el SIDA con la misma velocidad.
Las guías actuales sobre cuándo se debe comenzar el tratamiento son las mismas para hombres y mujeres, se basan en la carga viral y en los recuentos de células CD4. Debido a las diferencias de género, algunos expertos médicos creen que las guías deberían recomendar que las mujeres consideren comenzar el tratamiento con niveles de carga viral más bajos que los hombres. Otros expresan que no se necesitan cambios ya que el resultado en la salud general es el mismo. Si estás pensando en comenzar el tratamiento, es importante que observes tus resultados de laboratorio y hables con tu médico sobre cual sería el mejor plan de tratamiento para ti.
Diferencias en la atención y el tratamiento.
Las mujeres tienden a ser diagnosticadas con el VIH en una etapa más tardía de la enfermedad que los hombres. Además, una vez que conocen su condición, hasta un 25% de las mujeres posponen su atención médica debido a varios obstáculos, tales como:
-Acceso limitado a la atención médica debido a la falta de seguro médico.
-Otras responsabilidades, como el cuidado de los hijos o la atención de una pareja enferma.
-El estigma asociado al VIH.
-Consumo activo de sustancias.
-Depresión.
Si las mujeres reciben la atención y el tratamiento adecuados en forma oportuna, parecen obtener los mismos beneficios de la terapia contra el VIH que los hombres. Sin embargo, los efectos secundarios de algunos medicamentos anti-VIH son más importantes en las mujeres que en los hombres, entre ellos la erupción cutánea.
Las diferencias de género en los efectos secundarios pueden deberse a la interacción entre la terapia contra el VIH y las hormonas femeninas. También puede ser el resultado del menor tamaño físico de las mujeres. Las dosis estándar de los medicamentos suelen basarse en investigaciones efectuadas principalmente en hombres. Esto significa que una mujer, que por lo general pesa menos que un hombre, puede recibir una cantidad de medicamento mayor en su cuerpo que la necesaria para que éste sea eficaz.
-Si experimentas efectos secundarios, pide ayuda a tu médico.
-No cambies la dosis ni dejes de tomar tus medicamentos sin consultarlo antes con tu médico.
Aspectos ginecológicos en las mujeres VIH positivas.
Algunas afecciones ginecológicas son más frecuentes, más graves y más difíciles de tratar en las mujeres seropositivas al VIH que en las mujeres seronegativas al VIH. Algunas infecciones vaginales (incluida la infección por levadura), vaginosis bacteriana, enfermedades de transmisión sexual comunes (como la gonorrea, clamidia y tricomoniasis), brotes del virus del herpes simple,
enfermedad inflamatoria pélvica (EIP). Aunque hay pocas investigaciones concluyentes en relación con las mujeres VIH+ y la menstruación, muchas de estas mujeres informan sobre irregularidades menstruales. Algunas mujeres sangran en exceso mientras que otras dejan de menstruar completamente.
La displasia, una afección precancerosa del sistema reproductor femenino, es más común en mujeres VIH+, en especial en mujeres con el VIH avanzado. A menudo es más grave y difícil de tratar que en las mujeres seronegativas al VIH. Si la displasia no es tratada con frecuencia deriva en cáncer de cuello uterino, una enfermedad que puede ser mortal. Es muy importante que las mujeres VIH+ se realicen pruebas de Papanicolau regularmente. Ésta consiste en un examen de evaluación que realiza el médico para verificar si ha habido cambios en el cuello uterino. Una prueba de Papanicolau anormal puede indicar que existe inflamación, infección, displasia o cáncer.
Las mujeres seropositivas al VIH tienen 10 veces más probabilidades de tener una prueba de Papanicolau anormal respecto a aquéllas que no lo son. Los Papanicolau anormales se asocian habitualmente a bajos recuentos de células CD4 y al virus del papiloma humano (VPH), una enfermedad de transmisión sexual que también puede provocar verrugas genitales.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los EE.UU. (CDC, Centers for Disease Control and Prevention) recomiendan que:
Las mujeres VIH+ se hagan un examen ginecológico completo, que incluya una prueba de Papanicolau, cuando se las diagnostique por primera vez o cuando pidan atención prenatal. Se les sugiere que se hagan otro Papanicolau seis meses después. Si ambas pruebas resultan negativas, se recomienda una evaluación anual. Las mujeres que tengan la infección por VIH sintomática o que hayan sufrido de displasia anteriormente deben realizarse una prueba de Papanicolau cada seis meses
Conclusión
Resulta evidente que es necesaria una mayor investigación para determinar cómo avanza el VIH en las mujeres y en qué forma los medicamentos antirretrovirales afectan al cuerpo de la mujer. Sin embargo, parece que los medicamentos anti-VIH pueden beneficiar a las mujeres tanto como a los hombres siempre y cuando ellas tengan acceso oportuno a la atención y al tratamiento. Si mantienes prácticas que impliquen riesgo de transmisión del VIH es importante que te realices la prueba para detectar el VIH de forma regular. Si los resultados fuesen positivos, es aún más importante que busques atención médica y ginecológica continua. Con una buena atención médica y un buen tratamiento, aumentarás las probabilidades de llevar una vida más prolongada y saludable para ti y tus seres queridos.
Notas:
1 Centers for Disease Control and Prevention. (2001). Table 8. HIV infection cases by sex, age at diagnosis, and race/ethnicity, reported through June 2001, from the 36 areas with confidential HIV infection reporting: Obtenido en julio de 2003 desde http://www.cdc.gov/hiv/stats/hasr1301/table8.htm. (en inglés)
2 National Institute of Allergy and Infectious Disease. (2004). HIV infection in women: Obtenido en julio de 2003 desde http://www.niaid.nih.gov/factsheets/womenhiv.htm. (en inglés)
3 Sterling, T. R. et. al.(2001). Initial plasma HIV-1 RNA levels and progression to AIDS in women and men. New England Journal of Medicine, 344(10). 720-725.
4 World Health Organization UNAIDS. (2002). United States: Epidemiological fact sheets on HIV/AIDS and sexually transmitted infections: Obtenido en julio de 2003 desde http://www.who.int/emc-hiv/fact_sheets/pdfs/usa_en.pdf. (en inglés)
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Esta información es divulgativa y tiene como único propósito el uso educativo. Está diseñada para respaldar la atención médica personal, no para reemplazarla al igual que no puede sustituir el diagnóstico o el tratamiento práctico. Te recomendamos no tomar decisiones sin consultar antes con tu médico.
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