Rodrigo Araneda en una consulta en la entidad da apoyo a inmigrantes gays, Acathi: Foto: Albert Beltrán.
INICIATIVA PARA SUPERAR LA DISCRIMINACIÓN SEXUAL.
Doble
marginación.
La oenegé Acathi
ayuda a integrar a inmigrantes gays y lesbianas en el centro cívico del Bon
Pastor.
Atiende a unas 400
personas al año-
11/09/2011
Fuente: El Periódico de Catalunya.
Fuente: El Periódico de Catalunya.
Artículo de HELENA LÓPEZ.
BARCELONA
La explicación sobre el origen de la entidad no
puede ser más clara. «Nos dimos cuenta de que
dentro de las asociaciones del colectivo LGBT (siglas que engloban a lesbianas,
gays, bisexuales y transexuales) no existían espacios para hablar de los
problemas de los inmigrantes, ya que no era su
materia; y dentro de las asociaciones de inmigrantes no cabía hablar de
homosexualidad», resume con lucidez
Rodrigo Araneda, presidente de Acathi, una asociación para la integración de
homosexuales, bisexuales y transexuales que tiene su sede en el centro cívico
del Bon Pastor.
Al principio se instalaron en Sants, en el local
de la Coordinadora LGBT, pero en seguida vieron que estar allí suponía una
barrera para muchos.«Concertábamos citas con personas que llamaban
por teléfono y, al llegar al local y observar que era la sede de la
coordinadora LGBT, no entraban»,
explica Araneda, quien insiste en que en muchas culturas es difícil
identificarse como homosexual. Para romper esa barrera tanto psicológica como
física, se trasladaron a un pequeñísimo despacho en el centro cívico del Bon
Pastor
«Estar
aquí nos ha ayudado a llegar a mucha más gente», asegura el activista. Al encontrarse en un centro cívico, los
inmigrantes pierden el pudor a entrar, a que les señalen. Además, el hecho de
ubicarse en un lugar más alejado del centro, hace que muchos pierdan el temor a
ser vistos. «Aquí vienen más
africanos y musulmanes que a Sants»,
por ejemplo, apunta Oswaldo del Castillo, otro de los socios más activos de la
entidad.
Sexualidad y subsistencia
El elemento primordial para todos los inmigrantes
es la subsistencia, y muchas veces esa necesidad de asegurar la supervivencia
es una traba para mostrar su sexualidad. «¿Cómo
digo que soy gay en mi comunidad si quien me ofrece apoyo y comida es la
parroquia del barrio donde, lógicamente, la noticia no sería bien recibida?». Aunque hay consultas comunes y repetidas
-sobre el matrimonio homosexual, sobre la
regularización, sobre dónde buscar recursos, orientación legal o laboral,
etcétera-, los temas identitarios también son muy variados, en función de la
procedencia del individuo.
«En
algunos países el hombre que penetra sexualmente a otro no es considerado gay,
sino más hombre», cuentan en la
asociación a modo de ejemplo. Así, estos hombres dicen no sentirse gays, pero
sí necesitan saber dónde encontrar compañeros para mantener estas relaciones. «Las maneras de ligar son muy distintas en cada
cultura. Cada lugar tiene sus códigos y las personas que llegan aquí y no los
conocen ni saben dónde aprenderlos lo pasan mal», dice Araneda.
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