26 jun 2013

VIH Sida Cuídate en positivo - ¿Qué es la diabetes no insulinodependiente?


Dieta para pacientes diabeticos.
La diabetes no insulinodependiente.
(Artículo de carácter divulgativo).
Se produce por una insensibilidad del organismo a la acción de la insulina. Una dieta adecuada constituye el principal tratamiento de esta forma de diabetes.
La diabetes mellitus no insulinodependiente se denomina también diabetes grasa. Al principio de la enfermedad, la producción de insulina es normal, pero no puede asegurar una regulación correcta del azúcar en la sangre. El paciente es, en parte, insensible a la acción de esta hormona. Progresivamente, la secreción de insulina empieza a disminuir, hasta alcanzar una deficiencia total de esta hormona. Finalmente, puede producirse una diabetes insulinodependiente, es decir, que necesita inyecciones regulares de insulina.
Factores favorecedores
La diabetes no insulinodependiente afecta a 2 personas de cada 100, aproximadamente. Es más frecuente que la diabetes insulinodependiente, que afecta a 2 personas de cada 1.000. Esta forma de diabetes aparece, generalmente, en personas mayores de 40 años. Afecta, sobre todo, a las personas que presentan o han presentado un exceso de peso importante. Esta enfermedad aparece más fácilmente en individuos que han ejercido una actividad física insuficiente. También existe una predisposición familiar.
Síntomas
En numerosos casos, la diabetes no insulinodependiente pasa totalmente inadvertida y se descubre por azar durante una exploración de rutina. En ocasiones, se manifiesta cuando el paciente ya lleva tiempo siendo diabético. Generalmente, aparecen problemas de nervios (trastornos de la sensibilidad), o infecciones en la piel o en las mucosas. En la mujer, también puede sospecharse si tiene un hijo que pesa más de 4 kg al nacer. Cuando se transmite una cantidad excesiva de azúcar al feto, éste se desarrolla más rápido de lo normal. También puede ponerse de manifiesto por los síntomas característicos de una elevación de las concentraciones de azúcar en la sangre (hiperglucemia): sed intensa y aumento importante del volumen de orina.
Tratamiento
Consiste en seguir una dieta equilibrada, evitar los azúcares de absorción rápida y practicar una actividad física regular. Cuan do el paciente es obeso, debe seguir una dieta de adelgazamiento (pobre en calorías), para mantener un peso lo más cercano posible al ideal.
Si estas medidas son insuficientes, se completan con un tratamiento farmacológico que hace bajar las concentraciones de azúcar en la sangre (medicamentos hipoglucemiantes).
Dieta
Seguir una dieta adecuada es el principal medio que posee el diabético no insulinodependiente para estabilizar la enfermedad.
Esta dieta debe ser personalizada y adaptarse a cada paciente, en función de sus hábitos alimentarios y de su modo de vida. Sin embargo, ha de cumplir algunas normas básicas. Hay que evitar los productos azucarados y las bebidas alcohólicas y preferir los azúcares de absorción lenta, que se encuentran fundamentalmente en el pan, las féculas y las legumbres. Es importante repartir la alimentación en tres comidas, por lo menos, acompañadas de un número variable de tentempiés, y equilibrar los alimentos a fin de que la dieta aporte alrededor del 55 % de glúcidos, el 30 % de lípidos y el 15 % de proteínas.
La dieta del paciente diabético no insulinodependiente es la base del tratamiento. En numerosas ocasiones, este factor es suficiente para mantener cifras adecuadas de glucemia, sobre todo en muchos casos de diabetes gestacional y en los pacientes de edad al inicio de la enfermedad, antes de que se agoten las reservas pancreáticas de insulina.
Diagnóstico
El diagnóstico de la diabetes mellitus no insulinodependiente se establece a partir de las concentraciones de azúcar en la sangre (glucemia). La existencia de una diabetes se confirma cuando dos mediciones de la glucemia en ayunas muestran una concentración de azúcar superior o igual a 1,4 g/l. Si la glucemia en ayunas es inferior a esta cifra, se recurre a una prueba de tolerancia oral a la glucosa. Este método de diagnóstico consiste en medir la glucemia antes y después de tomar una cantidad determinada de azúcar por vía oral. El médico establece el diagnóstico de diabetes si la glucemia es superior a 2 g/l, 2 horas después de haber tomado el azúcar.
Diabetes y embarazo
La mayor parte de las mujeres diabéticas, ya sea una diabetes insulinodependiente o una diabetes no insulinodependiente, presentan un embarazo normal, siempre que la enfermedad reciba un tratamiento correcto durante este período. Las mujeres diabéticas deben cuidar su embarazo. Es importante asegurarse de que la tasa de azúcar en la sangre (glucemia) es normal antes y en el momento de la concepción. Una tasa de glucosa demasiado elevada puede constituir un riesgo de malformación para el feto. Por otra parte, una glucemia demasiado elevada durante el embarazo puede provocar un desarrollo del feto más rápido de lo normal, lo que supone un peso anormalmente elevado del recién nacido (más de 4 kg) y aumenta los riesgos de accidente durante el parto y de complicaciones en las primeras horas de vida.
Factores de riesgo. La diabetes no insulinodependiente afecta, sobre todo, a las personas mayores de 40 años o que propenden a ser obesas o que lo han sido.
Molécula de insulina. La insulina hace que el azúcar penetre desde la sangre hacia el interior de las células, que lo utilizan para producir energía.
Complicaciones
Un diabético cuya enfermedad no está bien controlada puede padecer varias complicaciones. Para prevenirlas, lo mejor es
Controlar bien la diabetes.
Entre las complicaciones derivadas de la diabetes, ya sea insulinodependiente o no, se distinguen las que son agudas y las crónicas. Estas últimas suelen aparecer después de 10 años de evolución, sobre todo si la enfermedad no se ha controlado correctamente.
Complicaciones agudas
Hipoglucemia. Una concentración demasiado baja de azúcar en la sangre (hipoglucemia) puede presentarse en los diabéticos después de una mala adaptación entre el tratamiento y la alimentación o el ejercicio físico. Se manifiesta por fatiga brusca, sensación de hambre, vértigos y sudores. El tratamiento suele consistir en tomar un terrón de azúcar. Si el paciente está inconsciente, es preciso inyectarle un suero con glucosa por vía intravenosa. A los diabéticos insulinodependientes, también es posible inyectarles glucagón, una sustancia que aumenta la concentración de azúcar en la sangre.
Hiperglucemia grave. Se trata de un aumento muy importante de azúcar en la sangre. A partir de una cierta concentración, provoca un paso de azúcar a la orina y, después, un cuadro, durante el cual el paciente experimenta una sed intensa y orina de forma abundante. Esta complicación re quiere una hospitalización urgente y se trata con una inyección de insulina y rehidratación.
Cetoacidosis. Constituye el desenlace de una diabetes insulinodependiente no tratada o mal tratada. La insuficiencia de insulina impide que el azúcar penetre en las células. Las células intentan obtener energía transformando los ácidos grasos presentes en la sangre, lo cual provoca un aumento de la producción de sustancias químicas ácidas (cuerpos cetónicos). La cetoacidosis se caracteriza por un adelgazamiento rápido. El paciente presenta náuseas –o incluso vómitos– y una gran fatiga. Debe consultarse urgentemente con el médico. Si no se trata (hospitalización e inyección de insulina), puede provocar un estado de coma.
Complicaciones crónicas
Están relacionadas, principalmente, con la alteración de los vasos sanguíneos. Pueden estar afectados los grandes vasos (la diabetes influye en la arteriosclerosis) o los pequeños vasos (produce lesiones en la retina y en el riñón).
Ateroma. Es un depósito de grasa que se forma en la pared interna de las arterias y acaba por obstruirlas totalmente. El desarrollo de placas de ateroma se acompaña de una modificación de la pared de la arteria, que se endurece: arteriosclerosis. Ésta puede ser responsable de enfermedades muy graves, relacionadas con la insuficiencia o la ausencia total de circulación sanguínea en la arteria afectada (p.ej., infarto de miocardio).
Cuando estas lesiones se constituyen en el momento del diagnóstico, el tratamiento sólo puede limitar las consecuencias graves. Consiste en administrar medicamentos que aumentan el calibre de los vasos (vasodilatadores) e impiden la formación de coágulos sanguíneos (anticoagulantes). En los casos más graves, se practica la extirpación del segmento arterial afectado y se sustituye por un injerto.
La arteriosclerosis puede lesionar los vasos sanguíneos periféricos y las arterias coronarias del corazón.
En este último caso se habla de cardiopatía coronaria. En los mecanismos de producción de esta cardiopatía, hay que incluir diversos factores, que desgraciadamente suelen presentarse juntos, por lo que se potencian entre sí y aumentan aún más el riesgo de complicaciones, como el infarto de miocardio o los accidentes vasculares cerebrales: diabetes, hipertensión arterial, hipercolesterolemia y obesidad.
La arteriosclerosis es, por lo tanto, una enfermedad multifactorial que asocia varios factores de riesgo y a la vez puede desencadenar múltiples complicaciones. Además, se trata de una enfermedad que actualmente carece de tratamiento específico y, por lo tanto, de curación.

Retinopatía. Corresponde a una lesión de la retina (membrana que tapiza el fondo del ojo y sobre la cual se forman las imágenes).
Esta alteración aparece después de 10 años de sufrir una diabetes mal compensada y evoluciona progresivamente hacia la ceguera.
El diabético debe acudir cada año al oftalmólogo para detectar esta lesión lo antes posible.


Nefropatía. Es una alteración de las unidades de filtración del riñón (nefronas), que se caracteriza por un paso muy importante de proteínas a la orina. Este trastorno afecta al 40% de los diabéticos y evoluciona, a largo plazo, hacia una insuficiencia de los riñones en su papel de filtro de la sangre (insuficiencia renal crónica). Si llega el caso, el paciente debe someterse regularmente a un filtrado artificial de la sangre (diálisis).

Al igual que la retinopatía, esta complicación crónica aparece después de 10 años de una diabetes mal compensada. La prevención –diabetes bien compensada, diagnóstico precoz– es esencial para evitar que se agrave esta afección.
Cuidado de los pies
Toda persona con diabetes debe cuidar minuciosamente sus pies. Cualquier herida, aun que sea mínima, puede sobreinfectarse y dar lugar a ulceraciones, muy difíciles de curar. Para evitarlo, hay que andar siempre con los pies calzados y llevar zapatos de buena calidad, que no lesionen el pie. En cuanto a los cuidados de los pies, es preferible no emplear instrumentos cortantes, para evitar las heridas. En caso de lesión, hay que consultar con el médico: éste indicará el tratamiento local que de be efectuarse, según el tipo de herida.
Infecciones crónicas

Los diabéticos pueden resultar particularmente sujetos a las infecciones crónicas. Éstas pueden ser debidas a bacterias o a hongos. Afectan, generalmente, al aparato urinario (p. ej., cistitis) y la piel (en la mayor parte de los casos, infecciones por estafilococos). Estas infecciones, que por sí mismas descompensan la diabetes, se tratan con medicamentos que actúan sobre las bacterias (antibióticos) o sobre los hongos (antifúngicos).

1 jun 2013

VIH Sida Cuídate en Positivo - Guía pensada para dar a conocer y difundir el conocimiento generado en el VIH y el sida.


Nace la Revista Multidisciplinar del Sida.

REDACCIÓN PRNOTICIAS
31/05/13
La Sociedad Española Interdisciplinaria del Sida (SEISIDA) inicia un nuevo proyecto con la publicación del Primer Número de la Revista Multidisciplinar del Sida, que ya está disponible en la web que se ha bautizado con el mismo nombre que la publicación.

La Revista Multidisciplinar del Sida tiene como objetivo dar a conocer y difundir el conocimiento generado en el VIH y el sida. Y, aunque en la actualidad hay múltiples posibilidades en relación a la publicación de la producción científica en torno al VIH y el sida, sobre todo en el ámbito biomédico, la nueva publicación quiere dar voz a numerosos proyectos, sobre todo de intervención, muchos de ellos desarrollados por el mundo asociativo y que frecuentemente no encuentran el soporte y el medio adecuado para difundir sus resultados científicos.

Además, no hay que olvidar los aspectos psicosociales y jurídicos en relación con el VIH son cada vez más importantes y al mismo tiempo no tan bien conocidos pues no disponen de tanta oferta para su publicación. Como señala su Directora Editorial, Angels Jaén, la revista se ha propuesto unos estándares de calidad y rigurosidad científica, con un papel formativo, que ‘nos permita ampliar el conocimiento de la infección por VIH de una forma holística y que contribuya al camino hacia la excelencia de todos los profesionales que trabajamos en el ámbito del VIH. Esta excelencia, incidirá en último término en una mejoría de la calidad de vida de las personas con VIH y en el trabajo para la erradicación de la infección’.

La interdisciplinariedad es la característica esencial de la Revista y, por ello, se han definido 5 áreas de interés para los diferentes formatos de publicación que siempre han de seguir los estándares científicos aceptados: clínica y tratamiento, epidemiología y prevención, cooperación internacional, ciencias básicas, psicosocial y jurídica.

VIH Sida - Cuídate en Positivo - Una Guía imprescindible sobre VIH, embarazo y salud materna.



Ya está disponible la Guía sobre VIH, embarazo y salud materna.
31/05/2013
Un saludo a todo el mundo:

El Equipo de gTt nos informa de que ya está disponible en nuestro sitio web la última guía elaborada por el Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt-VIH): “VIH, embarazo y salud materna. Guía básica para mujeres que viven con VIH”, que puedes consultar o descargarte accediendo a este enlace.

En esta guía encontrarás información que puede serte útil en el caso de recibir un diagnóstico de VIH durante el embarazo, así como las opciones de que dispones si ya sabes que tienes el virus y decides dar a luz un bebé.
Además, se incluyen datos sobre la salud materna, las opciones para quedarse embarazada de forma segura cuando un miembro de la pareja tiene VIH y el otro no, el uso del tratamiento antirretroviral durante el embarazo y su posible efecto sobre la salud de los bebés, o cómo evitar la transmisión del virus de madre a hijo, entre otros temas.


Por último, queremos hacer constar nuestro agradecimiento al Fondo M·A·C de Lucha contra el Sida (www.macaidsfund.org) sin cuya colaboración no hubiese sido posible imprimir y distribuir esta guía. Esperamos que os resulte de utilidad.