Sida: Los datos no reflejan la gravedad
La población que vive con VIH-SIDA en el Ecuador es de 15 mil 865, según las cifras del Sistema de Notificación de Casos del Ministerio de Salud Pública. Sin embargo, la proyección real acorde con las estadísticas del Programa Conjunto de las Naciones Unidas para esta enfermedad estiman que ascendería a 40 mil. Este subregistro estadístico se explica debido a que el virus puede tardar años en presentar síntomas de alerta que motiven a practicarse una prueba.
“Una persona VIH positiva puede parecer muy saludable. El promedio de incubación del virus varía entre cuatro y siete años. Así que durante todo este tiempo el virus se expande silenciosamente y se convierte en sida, así el cuadro se vuelve más complejo”, explica el coordinador del Comité VIH-SIDA de la Cruz Roja Ecuatoriana, Ricardo Jiménez.
Horror a la prueba VIH
El estigma es el motivo para que muchas personas tengan temor a practicarse la prueba del virus. “Desgraciadamente, el temor a la discriminación ocasiona que un limitado número de pacientes se practiquen la prueba. Como resultado muchas personas que se encuentran infectadas todavía ignoran su condición y por ende no acceden a los servicios existentes de tratamientos antirretrovirales”, asegura Pilar Rivas, gerente de Proyectos de la Corporación Kimirina. En Pichincha, según el registro del Programa Nacional de Prevención y Control del VIH-SIDA de 2007 (datos recientes más completos), hubo un total de 423 casos nuevos, que en comparación de los datos de 2006 significó un incremento de 103 diagnósticos. A pesar de que este programa ofrece el servicio gratuito de pruebas para detectar la epidemia, para 2008 reportó un total de 260 casos nuevos de VIH-SIDA en la provincia. Pero este resultado, a juicio de los expertos, podría significar que menos gente se presentó a la prueba o que el sistema de notificación no reportó todos los casos.
“La notificación del VIH-SIDA aún sigue siendo deficiente. La probabilidad de que un caso sea reportado acorde al proceso se estima en un 75%, es decir que un 25% no se notifica”, comenta Rivas, basándose en un informe de la Asociación para la Salud Integral y Ciudadanía en América Latina y el Caribe (Asical).
Fortalecer la prevención
Según Rodrigo Tobar, jefe del Programa Nacional de Prevención y Control del VIH-SIDA, las estadísticas de los grupos prioritarios afectados son: hombres que tienen sexo con otros hombres (19%); trabajadoras sexuales (3.4%) y personas privadas de libertad (1.2%).
“Uno de los logros que tuvimos es que las mujeres embarazadas con VIH apenas tienen un nivel de prevalencia del 0.13% respecto al contagio vertical de sus hijos. Esto debido a que a todas ellas se les motiva a realizarse la prueba”, aduce Tobar. Sin embargo, Doris Herrera, coordinadora técnica del Programa Conjunto de las Naciones Unidas para el VIH-SIDA, explica que esta diferencia entre las cifras epidemiológicas oficiales y las reales no permite detectar nuevos grupos que podrían estar afectados.
El dato
El 96.9% de los casos reportados de VIH son contagios por transmisión sexual. Esto se relaciona estrechamente con una baja prevalencia de uso del condón que apenas alcanza el 1.5% en las mujeres con edad fértil.
Libro: "Nunca pensé que esto me podía pasar a mi" VIH-SIDA y género en el Ecuador. Autora: Rita Cloet.
Con el auspicio de: PNUD-Ecuador, AECI, UNIFEM, ONUSIDA y UN-Voluntarios.
Con el auspicio de: PNUD-Ecuador, AECI, UNIFEM, ONUSIDA y UN-Voluntarios.
Reseña: Este trabajo de investigación fue motivado por la preocupación que ha generado la creciente infección de VIH-SIDA entre las mujeres, pricipalmente "amas de casa" del Ecuador. La hipótesis de partida fue que esta realidad tiene directa relación con los patrones culturales de género existentes en el país, los cuales hacen más vulnerable a ese grupo poblacional.
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