ENTREVISTA con Zeda Rosenber.
' Necesitamos estrategias de prevención del VIH que
cuenten con las mujeres.
' Conseguir dinero es ahora mismo el mayor
reto de la investigación.
Isabel F. Lantigua
Madrid
Fuente: Elmundo.es
Poder salvar la vida de millones de mujeres en el
mundo es el sueño de la doctora Zeda Rosenberg. La de ella y la de su equipo
del Partenariado Internacional por los microbicidas (IPM), una organización que
se fundó en el año 2002 para fomentar la investigación de estos productos
-geles vaginales- como método para prevenir la infección por el virus de la
inmunodeficiencia humana (VIH) en las féminas. Para que este empeño deje de ser
un sueño y se convierta en realidad, no duda en recorrer el mundo buscando
aliados que permitan llevarlo a cabo pronto. Este mes ha estado en Barcelona,
en el 7º Congreso de Medicina Tropical y Salud Internacional (ECTMIH), desde
donde ha hablado con ELMUNDO.es
Pero a pesar del empeño de científicos y activistas,
la historia de los microbicidas ha sido, por ahora, la historia de una decepción. Los primeros
productos que se probaron no sólo no prevenían la infección sino que aumentaban el riesgo de que las mujeres contrajeran el virus. El panorama
ha mejorado gracias a la utilización de nuevos antirretrovirales y ahora hay
algunos microbicidas prometedores en desarrollo que ha vuelto a dar esperanzas
a los investigadores. La doctora Rosenberg analiza cómo está la situación.
La gran noticia en el campo del sida el pasado
año fue la llegada de un microbicida -el CAPRISA- que evitaba la transmisión del virus en un 39% de los
casos. ¿Qué hay de nuevo sobre este producto?
Actualmente se están llevando a cabo dos ensayos
para confirmar esos resultados iniciales. El primero es el estudio VOICE, que
está financiado por los Institutos Nacionales de Salud de EEUU (los NIH) y lo
realiza la Red de Ensayos de Microbicidas (Microbicide Trials Network (MTN). El
objetivo es evaluar los riesgos y beneficios del uso diario del gel (que
contiene el antirretroviral tenofovir). El segundo estudio es el FACTS y trata
de analizar cuál es la dosis más adecuada del gel que pueden usar las mujeres
sin peligro.
Aparte del Caprisa ¿Qué otros productos se
están estudiando y en qué punto se encuentra la investigación con microbicidas?
Además del tenofovir, que es el fármaco que utiliza
Caprisa, hay otro antirretroviral (dapivirina) que se está estudiando para ver
si es seguro tanto en geles de aplicación diaria como en anillos mensuales. De
hecho, el año que viene comenzará un ensayo a gran escala para probar la
seguridad y la eficacia del anillo.
Los microbicidas llevan años siendo una
esperanza para las mujeres, sobre todo en África. Pero, de momento, es más la
historia de un fracaso ¿serán una realidad algún día? ¿Se atreve a dar una
fecha?
Es cierto que la primera generación de productos
falló a la hora de prevenir infecciones, pero la nueva generación, que se basa
en antirretrovirales de alta eficacia, son mucho más prometedores. El ensayo
con Caprisa ha servido para demostrar que la idea de los micobicidas es
posible. Si los estudios VOICE y FACTS confirmaran su eficacia, podríamos
contar con un microbicida eficaz en el mercado a partir del año 2015.
¿Cuánto se invierte en investigar
microbicidas?
El pasado año se destinaron 247 millones de dólares
(unos 179,5 millones de euros) a la investigación de estos productos
Hay quien dice que sería mejor destinar esos
recursos a otras estrategias que sí han demostrado su eficacia. ¿Qué opina?
¿Conviene seguir insistiendo en los microbicidas?
La prevención del VIH requiere de un conjunto de
diferentes herramientas y opciones. Desde luego que la promoción del
preservativo debe ser el pilar principal que sustente los programas
preventivos. Pero lamentablemente sabemos que no todo el mundo usa los condones
y que hay quienes (por razones culturales...) no pueden utilizarlos. Es especialmente
el caso de muchas mujeres con un alto riesgo de infección. Por eso necesitamos
estrategias que se centren en esta realidad, en la situación de estas mujeres;
y los microbicidas forman parte de esta estrategia.
¿Ha afectado la crisis a los proyectos con
microbicidas? ¿En qué medida?
La financiación se ha convertido en el mayor desafío
de la investigación, justo en el momento en el que ésta es más prometedora que
nunca. Hay muchos productos prometedores que deberían desarrollarse para
asegurar el éxito a largo plazo de las estrategias de prevención, pero los
estudios están yendo mucho más despacio de lo que deberían por culpa de la
crisis económica. Conseguir dinero ahora es lo más difícil. Es muy frustrante
ver cómo no puede progresar nuestro trabajo debido a los problemas económicos.
¿Qué sería realmente más necesario: la ansiada
vacuna contra el sida o un microbicida eficaz?
Lograr una vacuna es una cuestión necesaria y
urgente. Sin embargo, los retos a los que se está enfrentando esa investigación
apuntan a que posiblemente sólo se logre una vacuna de una eficacia parcial,
por lo que necesitaremos contar con otras opciones de prevención como los microbicidas
o la profilaxis pre-exposición (dar fármacos antirretrovirales a personas no
infectadas para evitar que les transmitan el virus) para contener la epidemia.
¿Cuántas infecciones se podrían evitar con un
gel que fuera parcialmente eficaz?
Algunos modelos matemáticos han mostrado que se
podrían prevenir millones de nuevas infecciones y muertes. El número exacto
dependerá de cómo se distribuyan los microbicidas y a cuánta gente alcancen. Es
vital que estos productos sean accesibles. Por eso, nosotros hemos negociado
con varias farmacéuticas para que estos productos puedan ser distribuidos al
menor coste posible.
¿Cuál es la prioridad mundial ahora mismo en
la lucha contra el sida?
Las prioridades son asegurar que todo el mundo que
esté infectado y necesite tratamiento reciba los fármacos y, por otro lado,
reducir el número de infecciones. El tratamiento y la prevención deben ir de la
mano para controlar la epidemia de sida.
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