SIDA ¿de qué se trata?
Última actualización: 05/08/ 2010
¿QUÉ ES?
El acrónimo sida (AIDS en inglés) significa síndrome de
inmunodeficiencia humana. Los primeros casos de sida se detectaron en 1981 en
Estados Unidos, aunque probablemente existiera en otras partes del mundo en
fechas anteriores. Los científicos establecieron en 1984, que el sida es la
enfermedad causada por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH; en ingles
HIV), un virus indestructible, hasta el momento, que se transmite de una
persona a otra, a través de la sangre, o por contacto sexual. Existen varios
tipos de virus del sida.
Los más frecuentes son el VIH-1 y el VIH-2. Mientras que el
primero se considera responsable de la epidemia que se ha transmitido en el
mundo occidental, el VIH-2 parece limitado a la zona oriental del continente
africano. No todas las personas infectadas por el virus presentan la
enfermedad, aunque la mayoría la acaba desarrollando. Lo más frecuente es que
al cabo de unos cinco o diez años, un infectado por el VIH padezca los síntomas
de la enfermedad si no ha recibido tratamiento. Aunque no existe cura para
erradicar al virus del organismo infectado, se han elaborado una serie de
medicamentos que pueden retrasar la aparición de los síntomas patológicos.
CAUSAS
El virus del sida se transmite a través de la sangre, el semen
(incluido el fluido preseminal o previo a la eyaculación), así como el fluido
vaginal y la leche materna. El virus puede introducirse en el organismo por el
recto, la vagina, el pene, la boca, otras mucosas, como el interior de la
nariz, o directamente a través de las venas. Las tres vías de contagio más
frecuentes son:
·
Por relación sexual (vaginal, oral u anal) con una persona
infectada por el VIH.
·
Al compartir agujas, material de inyección o de consumo de drogas.
·
Por la llamada transmisión vertical (de madre a hijo).
·
Ser receptor de una transfusión de sangre o de un producto
hemoderivado con fecha anterior a 1987 en España.
El virus del sida no se transmite:
·
Por el aire ni por el agua.
·
A través de animales o insectos (como los mosquitos).
·
Por compartir los cubiertos, servilletas, los aseos o cualquier
otro instrumento que no implique contacto sanguíneo o de fluidos sexuales.
·
Por las heces, el fluido nasal, la saliva, el sudor, las lágrimas,
la orina o los vómitos, a no ser que estén contagiados de sangre.
·
Por tocar, besar, acariciar o abrazar a una persona infectada.
SÍNTOMAS DE SIDA
Entre un 50 y un 90 por ciento de
las personas que se han infectado por el virus del sida experimenta síntomas
similares a un catarro o una gripe leve
(cansancio, fiebre, pérdida de apetito) que remite a los pocos días, también
puede sufrir diarrea, sudoraciones
nocturnas o aumento de los de los ganglios linfáticos. La única forma de saber
que se ha contraído la infección es con una prueba específica realizada por un
profesional sanitario. Muchos VIH positivos no manifiestan los síntomas de
presentar la infección hasta que han transcurrido varios años, de ahí la
importancia de conocer qué prácticas y situaciones pueden determinar la
infección y actuar consecuentemente.
DIAGNÓSTICOS
Para detectar la infección por el virus del sida es necesario
realizar un análisis de sangre. En realidad, esta prueba no busca la presencia
del VIH, sino de anticuerpos que se han producido para luchar contra el virus.
Generalmente, el organismo tarda entre un mes y seis semanas hasta que se
producen suficientes anticuerpos para registrarlos en una de estas pruebas, por
lo que si se ha encontrado en alguna de las prácticas consideradas de riesgo es
conveniente esperar un periodo "de ventana" de tres meses antes de
someterse a la prueba del VIH. Estos análisis son muy sencillos de realizar y
permiten establecer con certeza si existe o no infección.
En los pocos casos en que pudiera quedar duda, se realizan pruebas
complementarias para confirmar el diagnóstico, como el Western blot. No es
necesario recurrir al cultivo.La determinación cuantitativa del ARN, denominada
«carga viral» se ha incorporado como prueba de rutina, pues es muy útil desde
el punto de vista pronóstico y para evaluar la eficacia del tratamiento.
Permite un diagnóstico de la infección más precoz que la detección de
anticuerpos: éstos no aparecen en sangre sino al cabo de unas 4-6 semanas.
Durante ese tiempo llamado período "de ventana", el análisis para
detectar anticuerpos es negativo, pero el individuo transmite la enfermedad.
TRATAMIENTOS
El tratamiento varía dependiendo de cada paciente, pero la terapia
incluye alguno o algunos de las siguientes familias de fármacos: Inhibidores de
la transcriptasa inversa análogos de nucleósidos (ITIAN). Inhibidores de la
transcriptasa inversa nucleótido (ITINN). Inhibidores de la proteasa (IP).
OTROS DATOS
Estas patologías engloban un conjunto de enfermedades que, como su
nombre indica, aprovechan "oportunamente" la situación de bajas
defensas de los pacientes VIH positivos para introducirse en el organismo. En
muchos casos, se trata de enfermedades que no se desarrollarían si el sistema
inmunológico no se hallase mermado. Esto no significa que estas enfermedades
sean únicamente propias de una persona con VIH, hay muchas otras patologías
además del sida, que pueden dañar al sistema inmune. Como siempre, sólo el
médico puede determinar el diagnóstico, que en este tipo de enfermedades
requiere, junto con el examen de los síntomas, un análisis de laboratorio.
Algunas de las más frecuentes son:
·
Neumonía por
Pneumocystis carinii
·
Citomegalovirus
·
Herpes
·
Infecciones por MAC
·
Toxoplasmosis
·
Sarcoma de Kaposi
Las mujeres merecen un capítulo especial en VIH/sida, porque como
colectivo poblacional está experimentando un gran incremento de nuevos casos de
infección, sobre todo las africanas y latinoamericanas. Además, el contagio por
vía sexual de varón infectado a mujer es mucho mayor, unas ocho veces más, que
el opuesto, de mujer infectada a hombre. Las razones pueden encontrarse en que,
por el momento, son más los hombres infectados que las mujeres y, además, los
órganos sexuales de la mujer ofrecen un área de exposición mayor que la del
varón.
Las mujeres cuentan con otras dos características que les
confieren cierta peculiaridad ante el VIH/sida: la prevención no siempre
depende de ellas y, además, forma parte de uno de los tipos de transmisión
viral, la de madre a feto. Respecto a la prevención, hay que tener en cuenta
que la vía de contagio más frecuente entre las mujeres son las relaciones
heterosexuales (son muy pocos los casos, aunque existen, de contagio por
relación homosexual femenina).
La posibilidad de evitar la transmisión en una relación
heterosexual depende del empleo del preservativo y esto es algo ligado muy
estrechamente a ciertos elementos culturales y de género. La desigualdad en el
seno de una relación heterosexual puede influir en el uso del preservativo, el
único método anticonceptivo que además, protege frente a la transmisión del
sida y otras ETS. Junto con esta susceptibilidad a ser infectada, la mujer
genera un riesgo adicional de contagio al asumir una maternidad. Los niños y
las mujeres constituyen más de la mitad de las personas infectadas por el virus
del sida en todo el mundo. La transmisión del virus puede producirse durante la
gestación, en el momento del parto (transmisión perinatal) o posteriormente,
durante la lactancia.
Lactancia
La madre seropositiva debe sopesar el riesgo que supone amamantar
al recién nacido, otra de las posibles vías de transmisión, aunque en los
países subdesarrollados puede que no exista otro medio de alimentación para el
neonato; en estas regiones la OMS aconseja la lactancia, aún con el riesgo de
transmitir el VIH, porque el efecto protector de la leche materna evita que el
recién nacido muera por otras infecciones. Si a pesar de las precauciones tomadas
durante el embarazo y el parto, el recién nacido acaba infectándose, el médico
estudiará el tratamiento que debe seguir.
Aproximadamente, el 20 por ciento
de los niños seropositivos desarrolla sida durante su primer año de vida y
fallece a los 4 años. El 80 por ciento restante, experimenta una progresión más
lenta y no empieza a presentar los síntomas más graves hasta la adolescencia,
de hecho suelen tener un peso y un crecimiento normales, aunque pueden aparecer
problemas en el aprendizaje y ciertas capacidades motoras, como caminar.
Los niños VIH positivos sufren con mayor frecuencia que los no infectados enfermedades e infecciones (infecciones oportunistas). Las más comunes son neumonías -la principal causa de muerte entre los pequeños infectados-, citomegalovirus y una enfermedad poco frecuente entre los adultos, la neumonitis intersticial linfocítica, condición que merma progresivamente la función respiratoria -como la neumonía- y a menudo requiere hospitalización.
Los niños VIH positivos sufren con mayor frecuencia que los no infectados enfermedades e infecciones (infecciones oportunistas). Las más comunes son neumonías -la principal causa de muerte entre los pequeños infectados-, citomegalovirus y una enfermedad poco frecuente entre los adultos, la neumonitis intersticial linfocítica, condición que merma progresivamente la función respiratoria -como la neumonía- y a menudo requiere hospitalización.
Convivir
con el sida
Algunas recomendaciones para prevenir infecciones y enfermedades
en las personas seropositivas:
·
Lave sus manos a menudo, con agua y jabón durante al menos 15
segundos, así evitará transmitirle gérmenes al paciente. Si sus manos se secan
puede utilizar cremas hidratantes, pero no deje de lavarlas. Sea especialmente
cuidadoso si tiene catarro o gripe.
·
Cubra sus heridas y cortes, incida en las de las manos. Si tiene
que curar alguna herida de la persona infectada utilice guantes desechables.
Empléelos también si tiene que limpiar el cuarto de aseo o recoger las heces o
vómitos de una persona seropositiva, así como para lavar boca, recto o
genitales de estos pacientes.
·
Si tiene que administrar medicamentos a un VIH positivo a través
de inyecciones, extreme precauciones para no pincharse, es una posible vía de
infección, pero no se deje dominar por el pánico si por error se pincha; hay un
99 por ciento de posibilidades de que no se infecte. Lave cuidadosamente la
zona del pinchazo con agua y jabón y acuda al médico para que le aconseje sobre
qué hacer.
·
Procure alejar a las personas enfermas de la persona infectada.
Cualquier enfermedad leve y común, como un resfriado, puede perjudicar a un
seropositivo. Si está enfermo, emplee mascarillas que protejan al paciente de
posibles contagios
·
Tenga cuidado con las mascotas. Tener un animal de compañía puede
beneficiar emocionalmente a una persona infectadas, sin embargo es preferible
que evite tocar sus heces, los lugares donde vive o los útiles donde come.
·
Mantenga la casa limpia. El polvo puede contener gérmenes
patógenos para un VIH positivo.
·
Una persona infectada por el virus del sida puede cocinar sin
peligro de contagiar a nadie. Sólo hay que incidir en la higiene. En caso de
que la persona que cocina tenga diarrea (sea VIH+ o no) no debe cocinar, porque
aparece causada por distintos gérmenes que pueden transmitirse con la
manipulación de los alimentos. Las personas no infectadas pueden compartir con
toda tranquilidad la vajilla con los seropositivos; los VIH+ no necesitan
vasos, platos o cubiertos separados, ni tampoco hay que lavarlos de forma
especial, únicamente, con agua caliente y detergente.
·
Procure que la habitación del paciente se encuentre cerca del
cuarto de baño. Los pacientes con VIH/sida pueden vivir con su enfermedad
durante mucho tiempo y hacer una vida completamente normal y seguir trabajando,
siempre que cumplan las pautas aconsejadas por su médico, coman adecuadamente,
duerman con regularidad y eviten el sedentarismo. Sin embargo, la posibilidad
de transmisión, el carácter crónico de esta enfermedad y el complejo
tratamiento, pueden hacer mella en el paciente y provocar frustración, rabia o
depresión. Estas son algunas pautas que pueden observar las personas que
conviven con un VIH positivo, para que no se sienta solo y sí algo más comprendido.
·
Respete su independencia y privacidad.
·
No tome decisiones por esa persona, ni haga todo por ella
·
A nadie le gusta sentirse inútil. Deje que le ayude en todo lo que
pueda o quiera. Es importante que dentro de la casa se sienta parte del grupo.
·
Charlen, conversen. Si quiere hablar de su enfermedad o de cómo se
siente ante ella, escúchelo, intente entederlo y apoyarlo Invite amigos a que
lo visiten.
·
Fomente su sociabilidad. Salgan a cenar, al cine o a dar un paseo
por el parque.
·
El contacto físico como un beso o cogerse de la mano es una forma
de expresión, que adquiere connotaciones especiales para una persona con una
enfermedad contagiosa como el sida.
·
Indague sobre qué cosas le hacen sentir más cómodo en casa.
Pregunte si quiere o necesita ayuda en el aseo diario, por ejemplo, hay
personas que sienten vergüenza al pedirla, aunque la necesiten.
No hay comentarios:
Publicar un comentario