Profesor,
psiquiatra.
Richard Alexander Isay (13 Diciembre, 1934 – 28 Junio 2012) fue profesor de psiquiatría en el Weill Cornell Medical College y miembro facultativo de Columbia University Center for Psychoanalytic Training and Research.
"¡Los gais no
están locos!"
Hubo un tiempo no muy lejano en que la homosexualidad se consideraba una enfermedad mental, especialmente por parte de los estamentos psiquiátricos estadounidenses. Cualquiera que manifestaba tendencias homosexuales era tachado de inmaduro en su desarrollo psicológico, según constaba en los textos oficiales de la American Psychoanalytic Association (APA), una de las organizaciones fundamentales a la hora de definir lo que se entiende por salud mental en aquel país.
El doctor Richard Isay, psiquiatra y psicoanalista, fallecido el pasado jueves en Nueva York, fue una personalidad clave a la hora de cambiar esa visión de la homosexualidad. Los gais no están locos", afirmó en más de una ocasión. Miembro destacado de la APA durante muchos años él mismo, no aceptó plenamente su condición homosexual hasta bien entrado en la madurez. pasados los cuarenta años. Hasta entonces se consideró a si mismo como un enfermo mental. En los ochenta, ya casado y padre de dos hijos, el Dr. Isay asumió su condición homosexual, y entonces pasó a convertirse en un abanderado de la lucha por los derechos de los gais.
En el momento de su muerte, a causa de un cáncer, Richard Isay era profesor de Psiquiatría de la Weill Cornell Medical College y miembro de la facultad de Medicina de la Universidad Columbia de Nueva York, don-de entre sus múltiples labores decentes estaba entrenar a futuros psicoanalistas. Tenía 77 años. Isay dejó constancia en numerosos escritos de su peripecia vital, tan dramática y épica como la lucha que encabezó durante años contra la intolerancia. En sus trabajos más académicos abordó la homosexualidad desde un punto de vista psiquiátrico. En otros habló desde un punto de vista más personal. En un capítulo de su libro Becoming gay cuenta cómo pasó más de diez años intentando cambiar su condición sexual mediante las técnicas del psicoanálisis, que no funcionaron. En aquellos años la homosexualidad era una desviación que, según la doctrina psiquiátrica imperante, podía curarse con terapia, y en que los profesionales de la psiquiatría que se declaraban abiertamente gais eran expulsados de su trabajo. Al inicio de su carrera, el mismo Dr. Isay hizo suya la visión oficial del APA, lo que sería causa de profundas contradicciones personales y mucho dolor, hasta que se aceptó íntimamente como homosexual.
Durante casi una decena de años, sin embargo, vivió su opción sexual en secreto. Aunque empezó a trabajar en el campo de la homosexualidad desde un punto de vista profesional, trabajando con gais y lesbianas pero ya sin intentar cambiar la orientación sexual de sus pacientes. En el terreno más personal, no aceptó ante su mujer que era gay hasta principio de los años ochenta, y aún entonces siguieron juntos durante nueve años más. Durante ese tiempo desarrolló sus ideas psiquiátricas desde la asunción de su condición de homosexual, lo que le valió el rechazo de muchos de sus colegas heterosexuales. Porque aunque la APA, como se ha dicho, dejó de considerar la homosexualidad una enfermedad a principio de los años setenta, buena parte de sus miembros no compartían la idea oficial.
Los esfuerzos de Isay, sin embargo, ayudaron a aceptar la homosexualidad en el seno de la asociación, y en 1997 la APA fue la primera organización psiquiátrica que apoyó oficialmente el matrimonio gay. Para entonces el Dr. Isay mantenía ya una larga relación con Gordon Harrell, un artista plástico veinte años más joven que él. Se conocieron en 1979 y empezaron a vivir juntos cuando el matrimonio de Richard Isay finalizó en 1989. Ambos se casaron el pasado año 2011 en Manhattan.
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