Arte callejero en Colima, México.
Exigen en Colima
enmendar deficiencias en combate al VIH.
Fuente: http://www.proceso.com.mx
COLIMA, A más de tres meses del cierre del Sistema
de Atención Integral en Salud (SAIS) en el Hospital Regional de esta ciudad,
pacientes afectados por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) exigieron
corregir las deficiencias en la atención médica por parte de la Secretaría de
Salud y Bienestar Social (SSBS) y advirtieron que, de lo contrario, recurrirán
a movilizaciones y plantones frente a la Casa de Gobierno.
En octubre pasado, luego de una licencia solicitada
por el médico responsable del SAIS, Rodolfo José Ochoa Jiménez, la SSBS
canalizó a los portadores del VIH hacia el Centro Ambulatorio para la
Prevención y Atención del Sida e Infecciones de Transmisión Sexual (Capasits),
pero esto generó una serie de quejas por deficiencias en la atención.
Octavio Aguilar, representante de los inconformes,
indicó en entrevista que entre las demandas se encuentra la contratación de un
médico infectólogo, pues actualmente la atención en el Capasits es inadecuada e
insuficiente, aunado a que desde hace cinco meses no se realizan exámenes para
conocer los niveles de carga viral en los pacientes, cuando deben aplicarse
cada cuatro meses.
Por su parte, la diputada local Patricia Lugo
Barriga, presidenta de la Comisión de Equidad y Género, advirtió que en el
Hospital Regional nadie se quiere hacer cargo de los pacientes con VIH, “dicen
‘a mí no me toca’, además de que no tienen idea; el único médico que había se
fue y, en lugar de contratar a otro, retiraron la atención”.
Asimismo, añadió, no se están brindando los cuidados
necesarios a madres embarazadas con VIH, pues “hay casos de niños que tienen de
seis a ocho meses y no se les han hecho los estudios, por lo tanto no se les
está dando el tratamiento, por lo que las madres están muy preocupadas”.
Debido a la deficiente atención, acusó Lugo, algunas
quejas han sido presentadas ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de
Colima (CDHEC), como el caso de una mujer de 19 años, quien fue diagnosticada
como portadora del VIH en agosto de 2011, cuando tenía cinco meses de embarazo.
Según narró la afectada, su hijo nació el 6 de
diciembre y más de un mes después no le habían hecho el estudio PCR para saber
si está infectado. El niño, quien nació con hidrocefalia, fue operado 17 días
después.
La mujer pidió el apoyo de la CDHEC para recibir una
mejor atención.
Otro caso que llegó al organismo humanitario fue el
de un joven a quien le fue suspendido uno de los tres medicamentos que recibía,
con el argumento de que no se encuentra documentado, por lo que pidió la
intervención del ómbudsman.
En una visita realizada el 18 de enero a esta
ciudad, el director del Consejo Nacional del Síndrome de Inmunodeficiencia
Adquirida (Censida), José Antonio Izazola, acudió al Capasits y avaló el cambio
de la atención del SAIS hacia este lugar.
Declaró: “Es una decisión correcta de la Secretaría
de Salud de Colima y una estrategia aprobada por los estándares nacionales e
internacionales, porque permite ofrecer mayores servicios, disminuyen las
complicaciones y aumenta la atención primaria a estos pacientes”.
Izazola Licea abundó en esa ocasión que, según datos
del Censida, el Capasits de Colima “es tan bueno como el mejor en el país y
permite aumentar no sólo el número de pacientes con antirretrovirales y evitar
el desbasto de éstos, sino mejorar la calidad y la calidez de la prestación de
los servicios, ya que cuenta con instalaciones suficientes, amplias y adecuadas
para dar una atención integral”.
En ese visita, el secretario de Salud de Colima,
Agustín Lara Esqueda, se comprometió a analizar la posibilidad de contratar a
un médico más para el Capasits de Colima, capacitar a un pediatra del Hospital
General de Manzanillo para la atención de los niños con sida en el puerto,
reactivar el Consejo Estatal del sida y ofrecer pláticas de tanatología a los
pacientes.
Sin embargo, Octavio Aguilar señaló que el director
del Censida no cuenta con una visión completa de la situación, pues “obviamente
le mostraron lo más bonito, lo mejor, le llevaron gente que le diga que todo
está bien, cuando en realidad todo está mal”.
Insistió en que los pacientes con VIH necesitan un
médico infectólogo “capacitado para sacar adelante a las personas como
nosotros, no hay ningún infectólogo, nos dicen que es muy difícil pero los hay
y los necesitamos a final de cuentas; por otra parte, en el hospital hay
médicos que nos quieren atender y hay quienes no, yo le decía al secretario de
Salud que por cada tres doctores, sólo uno nos quiere atender, me dice que
todos están capacitados, pero hay algo diferente en que tengan la capacidad y
otra es que tengan la voluntad de hacerlo”.
De preferencia, señaló Aguilar, “queremos que se
vuelva a abrir el programa, que se restablezca el servicio del SAIS, porque no
hay que olvidar que no sólo se trataban pacientes con sida, sino también con
hepatitis, tuberculosis y otras enfermedades”.
Reveló que a partir de que los pacientes con VIH
empezaron a quejarse del mal servicio, hubo intentos de sobornarlo para que no
continuara con las críticas.
“No me dijeron con palabras textuales que me iban a
dar dinero para quedarme callado, pero lo dieron a entender; un miembro del
Programa de Atención a Personas con VIH me dijo que a todos nos convenía
quedarnos callados, porque la Secretaría de Salud tenía dinero. Le dije que se
habían equivocado con nosotros, que la salud y la dignidad de las personas no
tienen precio”.
De acuerdo con Octavio Aguilar, después del cierre
del SAIS han fallecido más personas de las que normalmente mueren por esta
enfermedad, pues tan sólo en un mes se produjeron cuatro decesos, aunque a su
juicio la Secretaría de Salud “esconde esta información y personal de la
dependencia nos ha informado que han sido amenazados para que no filtren estos
datos”.
No obstante, la dependencia desmintió estas
afirmaciones y precisó que no tiene referencia de las instituciones del Sector
Salud público y privado sobre alguna notificación de un solo fallecimiento en
ese periodo relacionado con el servicio que se prestaba a través del SAIS.
La diputada Patricia Lugo calificó como negligente
la decisión de cerrar el Servicio de Atención Integral en Salud del Hospital
Regional de Colima, que funcionaba además como clínica de enfermedades
infecciosas.
“Ahí
se atendían personas enfermas de VIH, otras infecciones de transmisión sexual,
hepatitis, tuberculosis y donadores de sangre con resultados alterados en las
pruebas de detección. Aparentemente, los médicos del Hospital Regional están
atendiendo a los enfermos de estas infecciones, pero no puede ocultarse que
ciertos servicios dejaron de otorgarse y que la misma cantidad de personal no
puede atender a cada vez más pacientes”, concluyó.
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