Foto: Benetton AIDS
Cuando uno busca en Internet información sobre el SIDA es frecuente encontrar páginas de negacionistas del SIDA. Estas páginas son de muy diversa índole, las hay que niegan que el HIV cause la enfermedad, otras que los antirretrovirales sean eficientes publicitando métodos alternativos de lo más diverso, otros incluso llegan a afirmar que el SIDA no existe demostrando así que no han puesto jamás el pie en la planta de enfermedades infecciosas de un hospital, esa suerte han tenido.
Y una de las estrategias más curiosa es aquella que incorpora una carta del propio Luc Montagnier, el premio Nobel descubridor del virus que causa la enfermedad, afirmando que el SIDA no está provocado por el HIV y que por ello rechaza el galardón de la academia sueca. Curiosa carta, la cual no sé si es auténtica o es una falsificación, pero en caso de ser auténtica, deberá de explicar en función de lo que cuenta en su último artículo en la revista Virology donde desmonta el negocionismo del SIDA en varios frentes.
El artículo empieza haciendo una revisión histórica del descubrimiento de la causa del SIDA. Además nos informa que la enfermedad, que existía desde antiguo en algunas zonas de África, adquirió carácter de epidemia seguramente como consecuencia de la malnutrición, del uso de drogas y una bajada del sistema inmune previa a la infección. Afirma que sin esas causas es posible que la enfermedad hubiese quedado confinada en las zonas de origen. Pero no ocurrió así y en la década de los 80 empezaron a aparecer casos de la enfermedad tanto en EEUU como en Europa, principalmente entre drogadictos, homosexuales y personas que habían recibido transfusiones de sangre (por ejemplo hemofílicos). Así se identificó que la sangre era uno de los principales vectores de transmisión. Y se empezó a sospechar de los virus cuando se observó que la sangre usada en transfusiones también podía ser infectar. Esa sangre se filtraba con filtros que impedían el paso de bacterias, pero permitían que los virus pasaran a su través.
El virus HIV al microscopio electrónico. La búsqueda del virus causante de la enfermedad acabó con la identificación del virus HIV como responsable. El virus se podía observar en ocasiones mediante microscopia electrónica de cortes de nódulos linfáticos infectados, así como a partir de cultivos de linfocitos. Estas partículas se manifiestan como conos densos rodeados de membrana, similares a los otros retrolentivirus. Es curioso, pero aquí Montagnier nos muestran lo que muchos afirman que nunca se ha observado: una foto del virus del SIDA.
En los meses siguientes se acumularon otras evidencias:
(i) El mismo tipo de virus fue aislado de pacientes homosexuales, hemofílicos, africanos o drogadictos.
(ii) La técnica de ELISA fue capaz de detectar proteínas del virus HIV en estos mismos pacientes.
(iii) Se observó que in vitro los virus aislados de estos paciente podían infectar linfocitos T CD4+.
(iv) Los virus aislados de pacientes en fase terminal tenían alta capacidad citolítica sobre linfocitos.
Todos esos datos fueron presentados en un congreso en 1983, pero hubo mucho escepticismo, hasta que los grupos de R.C.Gallo (NIH) y de Jay Levy (San Francisco) aislaron el mismo virus de forma independiente. Sin embargo aún quedaban algunos escépticos (y lo siguen quedando) como el por ejemplo P. Duesberg, que afirma que aún no se ha conseguido demostrar mediante los postulados de Koch que el HIV cause el SIDA. Sin embargo el virus fue aislado en cantidad suficiente para extraer material genético que ha sido secuenciado, mostrando la clásica estructura génica de los retrovirus que infectan animales. Además, se han identificado los genes Tat y Nef, importantes en la regulación de la expresión de la replicación del virus. El genoma ha mostrado una de las estructuras más complejas dentro de los retrovirus conocidos
Por si aún quedan escépticos después de estos datos Montagnier nos aporta un par más:
(i) La transmisión del SIDA a partir de transfusiones prácticamente ha desaparecido desde que se controla la sangre con anticuerpos contra el virus HIV en los donantes.
(ii) La inhibición de la replicación del virus mediante represión de la retrotranscriptasa vírica ha mejorado las condiciones de vida del paciente, y cuando ésta se agrava es debido a mutaciones en este enzima que la vuelve resistente al antirretroviral.
Blanco y en botella.
Una vez deja claro su posición sobre la participación del HIV como responsable de la enfermedad habla de la terapia a seguir. Por ahí aparecen vídeos de prácticas alternativas e incluso uno del propio Montagnier donde parece que apuesta por el uso de antioxidantes, potenciadores del sistema inmune, etc como alternativa para curar el SIDA. Vamos que significa eso puesto en su contexto: Montagnier lo deja bien claro: lo único que frena al virus del SIDA es una combinación de antirretrovirales conocida como HAART (Highly Active Antiretroviral Theraphy). Deja bien claro que la enfermedad es incurable, que si se deja de tomar la terapia el virus vuelve a replicar y a destruir el sistema inmune del huésped. Aún no se conoce el reservorio, pero debe de existir alguno donde el virus queda en estado latente mientras no se puede replicar.
La alternativa de mantenimiento como enfermedad crónica es una terapia basada en la combinación de 3 estrategías:
1.Terapia antiretroviral HAART durante 3 a 6 meses para reducir la carga viral.
2.Añadir antioxidantes y estimuladores del sistema inmune para reducir el estrés oxidativo producido por el virus y la terapia HAART. Esto mejora los niveles de vida del paciente.
3.Después de dos semanas del paso (2) empezar con protocolos experimentales de vacunación.
Ese sería el mecanismo para acabar con el virus incluso en sus reservorios, el problema es que todavía no existe una vacuna eficaz, por lo que si se observa en los ensayos una subida del título vírico se ha de volver a la terapia HAART de nuevo.
¿Se entiende ahora lo de los antioxidantes? Creo que lo ha dejado claro.
Este artículo parece escrito para acallar a algunos revisionistas que utilizan al doctor Montagnier. Ahora si quieren seguir usándolo (que lo harán) sabrán que el propio autor les ha enviado su réplica en un artículo científico, que es donde los científicos hablan con más propiedad. Por supuesto esto no acallará nada, los que sabemos algo de biología evolutiva conocemos de sobra como Lynn Margulis o Stephen J. Gould son usados con frecuencia por los creacionistas como si fueran negacionistas de la evolución. Si los negacionistas quieren refutar algo que lo hagan en su nombre, que no enturbien la labor de científicos de verdad..
Fuente: Luc Montagnier (2010) 25 years alter HIV discovery: prospects for cure and vaccine. Virology 397:248-254..
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