Los antecedentes:
02/11/2002
Una doble emergencia: el virus y los niños haitianos.
Artículo de Yuniet Escobar - enviada especial.
En una precaria situación de salud y de los servicios de atención, unido a las difíciles condiciones sociales y económicas, una nueva y grave dolencia comienza a aquejar a la población haitiana desde hace escasamente tres décadas, el SIDA.
Haití es reconocido ente los países de más alta prevalencia de VIH en el mundo. Según indicadores de la Organización Panamericana de la Salud en 1998 el número de seropositivos era de 486, 2 por cada 1.000.000 habitantes, superado en el área de América Latina y el Caribe únicamente por Barbados.
Los trabajos científicos iniciales que intentaban elaborar hipótesis sobre la entrada del virus en el territorio, arrojaron resultados diversos. La posibilidad de que su difusión se hubiese producido desde Haití hacia Norteamérica, adicionó otra dificultad para encaminar sus vidas, a los más de un millón de haitianos que viven en esta región.
Publicaciones especializadas afirmaban que el SIDA había sido introducido por los haitianos en los Estados Unidos. Sin embargo, estudios posteriores del GHESKIO (Grupo Haitiano de Estudio del Sarcoma de Kaposi y de Infecciones Oportunistas) demostrarían lo contrario.
En 1983, los investigadores de este grupo aseguraban que cerca del 74 por ciento del total de hombres con infecciones oportunistas vivían en Puerto Príncipe, donde estaba concentrada el 20 por ciento de la población total y el 33 por ciento de ellos se concentraban en un gran suburbio cercano a la capital, Carrefour. La comprobación de que gran parte de ellos eran trabajadores del sexo, hicieron reconocer este barrio como el principal centro de prostitución masculina y femenina de Haití.
Poco tiempo después, 1986-1987, se llevó a cabo un nuevo estudio. Esta vez en los trabajadores de hoteles, fábricas, madres con niños enfermos, otros adultos, médicos y población rural. El resultado demostró que la mayor seroprevalencia de VIH se encontraba en trabajadores de hoteles, madres internadas con sus hijos enfermos, y otros adultos de bajo nivel socioeconómico de la ciudad.
Hasta esa fecha la incidencia en áreas rurales era considerablemente más baja que en la Capital. Estudios posteriores documentaban la difusión de la enfermedad en el interior del país y en poblados rurales muy distantes.
Se consideran factores determinantes de la difusión de la epidemia de VIH/SIDA en Haití: la profunda pobreza, las inequidades de género, las convulsiones políticas, los patrones tradicionales y emergentes de unión sexual, la prevalencia y falta de acceso al tratamiento de otras enfermedades sexualmente transmisibles, la falta de respuesta oportuna de las autoridades de Salud Pública, y las dificultades para una apropiación cultural de las medidas preventivas.
Es comprensible que estos factores se entrelazan entre si, por ejemplo la falta de opciones en el medio rural, es un motor impulsor de la migración temporal hacia otros poblados, y para Puerto Príncipe, que como toda capital, ejerce la atracción más intensa, en la búsqueda de nuevas y mejores oportunidades.
Esta propia movilidad ha sumado a las uniones tradicionales, en matrimonio y plase (unión consensual) que eran en ocasiones con una segunda pareja, una nueva forma (emergente), de unión llamada plasaj, unión conyugal progresivamente extendida, en el contexto de hombres y mujeres en edad económica y sexualmente activa, con movimientos inestables dentro del territorio.
No cabe considerar la posibilidad de que las pareja usen métodos anticonceptivos, las inequidades de genero dejan la responsabilidad exclusiva a las mujeres y los métodos más comunes –dispositivos intrauterinos -, son muy poco empleados y difícilmente aceptados. Los niños van naciendo durante estas migraciones, o a la vuelta de la pareja al poblado.
Algunos estudios han confirmado la importancia de la infección pediátrica prenatal por VIH . El virus es transmitido de la madre al feto y principalmente del padre a la madre. En 1997 se calculó que alrededor del 20 por ciento de la mortalidad de los niños fue a causa del SIDA.
La cifra aumenta y los pequeños no solo se tienen que enfrentar a las consecuencias de la enfermedad, sino la perdida de uno o ambos padres. En el mejor de los casos son recogidos por otros familiares que procuran ayuda médica.
Yorla y Role niños de 3 y 4 años, son seropositivos, sus madres les transmitieron el virus y ambas procuran ayuda del medico cubano Jansel en el poblado de Grand Bassin, al Nordeste de Haití. Cresly de 4 años, posiblemente también es portadora del HIV, su madre con 19 años y embarazada murió de SIDA, ahora vive con sus abuelos y una hermanita. Jansel trata de ayudarlos e intenta localizar al padre ausente.
Los padres de Mireile murieron de SIDA, la tía con quien vive temía por la niña de 8 años y la llevó al hospital. Milagros, técnica de laboratorio en el poblado de Ouanaminthe, le realizó la prueba, el resultado fue positivo.
Un niño también huérfano de solo 18 días, probablemente portador del virus, fue llevado por parientes a casa de los cubanos para entregarlo a la doctora Zobeida, se sospecha que sus padres murieron de SIDA porque Grand Riviere do Nord es reconocida por su alta incidencia.
Los cooperantes cubanos desde cada hospital o dispensario en las diferentes comunas del país se enfrentan a esta emergencia de particular significado para el futuro del pueblo haitiano. Yorla, Role, Cresly, Mireile, y el pequeño de dieciocho días de nacido, desdichadamente no son historias inusuales de niños haitianos.
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La situación actual:
Teme la ONU una mayor propagación del Sida en Haití.
Publicado por: El financiero - México.
Viernes 26 de febrero
Internacional -
Podría presentarse sobre todo en campamentos para damnificados. Estiman que antes del sismo había 120 mil personas con ese mal
Ginebra, 26 de febrero.- El Programa Conjunto de Naciones Unidas contra el VIH y Sida (Onusida) alertó hoy contra la posible propagación de la enfermedad en Haití, sobre todo en los campamentos para damnificados, tras el terremoto del 12 de enero pasado.
El portavoz de Onusida, Tim Martineau, dijo en rueda de prensa que antes del terremoto se estimaba que 120 mil personas vivían con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), 53 por ciento de las cuales eran mujeres.
"Ahora, más de un millón de personas están albergadas en refugios temporales, lo cual las pone en mayor riesgo de violencia, que incluye la sexual y de género", alertó Martineau y reconoció que ha habido un aumento de casos de violaciones sexuales en Puerto Príncipe.
La mayoría de los daños estructurales causados por el terremoto del 12 de enero se produjeron en los tres departamentos en los que vivía casi 60 por ciento de la población con VIH, causante del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida), agregó.
Asimismo en estas zonas también se encontraban más de la mitad de todos los centros de tratamiento con antirretrovirales, lamentó.
Pese a que se han establecido consultorios en tiendas de campaña para continuar proporcionando los medicamentos, según el Ministerio de Salud haitiano menos de 40 por ciento de quienes estaban siendo tratados antes de la tragedia tienen acceso a ellos. (Con información de Notimex/CFE)
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