Publicado por gTt-VIH Grupo de Trabajo sobre
Tratamientos del VIH.
La noticia del día - 28-07-2013
Los activistas critican la inacción y la falta
de liderazgo de la OMS en la respuesta global a la hepatitis C.
Autor: Juanse Hernández
El 28 de julio de cada año, la Organización
Mundial de la Salud (OMS) y sus asociados conmemoran el Día Mundial contra la
Hepatitis. Se eligió esa fecha en honor del descubridor del virus de la
hepatitis B –Baruch Samuel Blumberg–, galardonado con el Premio Nobel, nacido
ese día.
El lema elegido este año, ‘Esto es la
hepatitis… Conócela. Afróntala’, hace hincapié en que las hepatitis siguen
siendo enfermedades desconocidas como amenazas sanitarias en gran parte del
mundo, por lo que resulta crucial incrementar los esfuerzos dirigidos hacia la
sensibilización y su comprensión.
Sin embargo, este año, la conmemoración no
está exenta de las críticas y protestas de los activistas y defensores de los
derechos de las personas que viven con hepatitis. Pese a los buenos propósitos
de la OMS cuando se acerca el 28 de julio, las organizaciones no
gubernamentales (ONG) le critican su inacción y falta de liderazgo en la
respuesta mundial a la hepatitis C.
Foto: Cartel reivindicativo de HepCoalition. Y razón no les
falta. A pesar de que la hepatitis C es una enfermedad tratable y curable, más
de un millón de personas han fallecido por su causa desde 2010. Aquel año, el
Consejo Ejecutivo de la Asamblea Mundial de la Salud encargó a la directora
general de la OMS, la Dra. Margaret Chan, que recabara el apoyo político y los
recursos apropiados para dar una respuesta eficaz a la pandemia mundial que
constituyen las hepatitis víricas.
La inacción de la OMS en la respuesta a la
hepatitis C ha permitido, en buena medida, que esta epidemia continúe
propagándose a lo largo y ancho del planeta. Cada año se infectan entre tres y
cuatro millones de personas, y si bien la mayor parte de las nuevas infecciones
se producen entre usuarios de drogas inyectables (UDI), menos de un 4% de estas
personas tienen acceso a material de inyección esterilizado. Según los activistas, este terrible fracaso en
materia de salud pública permite que se siga propagando la epidemia. Resulta
paradójico que la OMS califique la hepatitis C como una ‘bomba viral de
relojería’, cuando ha hecho bien poco hasta la fecha para responder de forma
eficaz a este problema emergente de salud pública.
La OMS calcula que 150 millones de personas
viven en el mundo con hepatitis C, aunque tan solo una pequeña parte de ellas
conoce su diagnóstico. Una gran mayoría de las personas que lo desconocen viven
en países de ingresos medios y bajos en los que no tienen acceso a las pruebas
diagnósticas, a la atención y el tratamiento. Además, el precio del interferón
pegilado, un fármaco irreemplazable en el tratamiento estándar actual de la
hepatitis C para todos los genotipos, resulta inasequible. Por otro lado, incluso
en algunos países donde se dispone de tratamiento para la hepatitis C, se
excluye a los usuarios de drogas intravenosas: únicamente entre un 2 y un 4% de
los 10 millones de UDI infectados por VHC en el mundo tienen acceso al
tratamiento (véase La Noticia del Día 07/06/2013).
En muchos países, a los usuarios de drogas
inyectables que quieren recibir terapia contra la hepatitis C se les obliga a
interrumpir el consumo de sustancias o a incorporarse a un tratamiento de
sustitución de opiáceos, a pesar de que ninguna de estas medidas responde a
criterios clínicos, sino a juicios morales con los que se discrimina y
criminaliza a este colectivo. Algunos países que defienden que las drogas
causan un grave perjuicio para la salud y generan redes de delincuencia y
corrupción y que adoptan la guerra contra las drogas como estrategia política
para perseguir la producción, el comercio y el consumo de sustancias,
consideran que ofrecer material de inyección nuevo y esterilizado y otras
herramientas para la reducción de daños a las personas que se inyectan drogas
es una forma de fomentar la dependencia en lugar de una medida de salud
pública. Por este motivo, no solo se niegan a introducir los programas de
reducción de daños en sus planes de salud pública, sino que persiguen con
fuertes medidas criminalizadoras a las personas que consumen drogas (véase La
Noticia del Día 13/06/2013).
La HepCoalition, una coalición de
organizaciones que trabajan en el ámbito de la hepatitis C (Treatment Action
Group [TAG], Médicos del Mundo, Act Up Basel, APN Plus, International Network
of People who Use Drugs [INPUD]), ha puesto en marcha una petición de firma
para exigir a la directora general de la OMS que muestre un auténtico
liderazgo, recabando el apoyo político y los recursos necesarios para responder
de manera eficaz a la epidemia mundial de hepatitis C.
Los organizaciones que conforman la
HepCoalition y los cientos de personas de 86 países que han firmado ya la
petición solicitan a la Organización Mundial de la Salud:
Que defienda reiteradamente la necesidad de
ofrecer servicios de reducción de daños basados en los derechos humanos —como
los programas de intercambio de jeringuillas, las terapias de sustitución de
opiáceos y el tratamiento integral de la hepatitis C— de alcance suficiente
para revertir la epidemia de VHC entre los usuarios de drogas inyectables, tal
como recomiendan el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida
(ONUSIDA) y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito
(ONUDD);
* Que apoye de forma activa la solicitud de
inclusión del interferón pegilado en la Lista de Medicamentos Esenciales de la
OMS, con lo que aumentarían las posibilidades de acceso a este medicamento a un
precio asequible en los países de ingresos medios y bajos. En la actualidad, el
tratamiento anti-VHC puede costar hasta diez veces el producto interior bruto
(PIB) per cápita en estos países.
* Que proporcione apoyo técnico a los países
para ofrecer acceso a productos biosimilares y alternativos al interferón
pegilado asequibles, de alta calidad, eficaces y seguros.
* Que elabore unas orientaciones claras sobre
detección y diagnóstico del VHC que recomienden explícitamente la realización
de pruebas a las personas con VIH, en las que la hepatitis C progresa de forma
más rápida, y a los usuarios de drogas inyectables.
Durante el jueves 25 de julio, y en el marco
de un día mundial para la acción en más de una docena de países, un grupo de
activistas protestaron ante las puertas de la OMS en Nueva York (EE UU) para
llamar la atención sobre el fracaso de este organismo internacional para hacer
frente a la epidemia mundial de hepatitis C. Los activistas, muchos de los
cuales viven con hepatitis C, bloquearon el tráfico en la Segunda Avenida en la
calle 47, después de haber ocupado el vestíbulo de la OMS.
"Tenemos las herramientas para acabar con
la hepatitis C, pero la Dr. Chan es incapaz de generar suficiente voluntad
política como para que se tome en serio esta epidemia", dijo una de las
personas en la protesta, miembro de la organización VOCAL-NY. Y añadió: “Con
una amplia gama de opciones de diagnóstico, estrategias preventivas de probada
eficacia contra la hepatitis (como los programas de metadona y el intercambio
de jeringuillas) y medicamentos en investigación y desarrollo que podrían curar
al 100% de las personas con hepatitis C, no hay excusas para la inacción de la
OMS".
En España, los usuarios de drogas inyectables
han sido uno de los colectivos olvidados por la gran mayoría de organizaciones
de pacientes de hepatitis. Algunas entidades no solo les han dado la espalda,
sino que en ocasiones han contribuido a perpetuar un estereotipo negativo de
este colectivo. Cualquier movimiento internacional de lucha contra la hepatitis
C entiende que la respuesta a la pandemia pasa por la no discriminación y
exclusión de ningún paciente, con independencia de cómo haya adquirido su
enfermedad. Únicamente se podrá erradicar algún día la hepatitis C cuando todas
las personas, pero en especial los colectivos más vulnerables como el de los
usuarios de drogas inyectables, tengan acceso a la prevención, atención,
tratamiento y cuidados.
Probablemente si se abordara de este modo
cualquier persona que vive con hepatitis C en España (independientemente de
cómo adquirió su enfermedad) se sentiría tranquilizada por saber que hay un
movimiento social que está defendiendo su derechos como pacientes y no solo los
derechos de unos pocos.
Fuente: Elaboración propia (gTt-VIH).
Referencias: Comunicado de prensa de Vocal-NY
(25/07/13): On Eve of World Hepatitis Day, New Yorkers With Hepatitis C And Allies
Block Traffic, Occupy Lobby of World Health Organization (WHO) Demanding
Leadersip to End the Epidemic.
HepCoalition. Se busca: Liderazgo de la
directora de la OMS, Dra. Margaret Chan.
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