El año pasado se infectaron en El Salvador, 403 amas de casa poniendo de manifiesto que se trata de un sector frágil ante la epidemia de VIH.
"Dos de cada diez personas que contrajeron el VIH, el año pasado, son amas de casa". La incidencia del virus está creciendo en las mujeres del área rural.
Artículo de: Yamileth Cáceres
Fuente: elsalvador.com
07/05/ 2010
El 10 de abril de 2001, la vida de Teresa, una mujer que fue educada en un colegio de monjas, cambió radicalmente. A las 5:00 de la tarde escuchó la peor de las noticias. Su esposo, el hombre que había idealizado durante siete años, tenía sida.
"Siendo una bachiller conocía del sida, pero que la enfermedad fuera a llegar a mi casa, eso nunca lo imaginé; jamás me pasó por mi cabeza", recuerda la señora de baja estatura y complexión delgada.
En ese momento comenzaron los reclamos para su esposo; las respuestas que recibió fue que los médicos estaban locos.
"Yo quería morirme. Le dije, ¿qué hizo con mi vida y la de mis hijos?", recuerda Teresa. En ese momento los médicos le pidieron que se realizara la prueba de VIH.
Ella se negó rotundamente a pensar que podría estar infectada; esa frase se la repetía una y otra vez, pero fueron 12 días después que falleció su esposo, el 5 de marzo de 2004, cuando una prueba realizada casi a la fuerza le abrió lo ojos.
Su esposo la había infectado. Por un poco de droga tenía relaciones con quien fuera y fue así como contrajo la enfermedad que pasó por años desapercibida.
"Le dije que por qué no me valoró, si yo le di un hogar y dos hijos". Esta es la historia de Teresa, ahora una mujer que aprendió a vivir con el VIH, pero que la oculta a sus hijos por medio a que los discriminen.
Casos como los de Teresa son más comunes de lo que se cree. De acuerdo con los datos del Programa Nacional de ITS/VIH/Sida, al desglosar por ocupación el número de nuevos casos, las amas de casa es el grupo más afectado.
El año pasado, 1,891 personas contrajeron la enfermedad, de ellas 403 son amas de casa, es decir, que dos de cada diez infecciones se produjeron en este grupo.
Ana Isabel Nieto, jefe del programa de VIH, manifestó que está creciendo la epidemia entre la población con menos educación.
De las 403 amas de casa con la enfermedad, 93 no tienen educación y 278 estudios básicos, 28 son bachilleres, dos tienen formación técnica y dos son universitarias.
"Hay un patrón cultural que no podemos negar; las mujeres ahí están en su casa. A las mujeres se les pide fidelidad y respeto a los maridos, pero los maridos ni practican la fidelidad ni respetan a sus mujeres; esto hace que los hombres traigan el virus a domicilio", comentó Nieto.
El año pasado se diagnosticaron 1,189 hombres y 702 mujeres con VIH.
"Pienso que hay desconocimiento de la las amas de casas sobre la problemática de la epidemia, principalmente en la zona rural; ese desconocimiento hace que la gente se confíe; a mí no me va a dar o mi esposo no me va a pasar el virus ", agregó Nieto.
La directora del programa expresó que hay más amas de casa en la zona urbana, pero es en el área rural donde se está incrementando la proporción.
Una de las situaciones puede deberse a que en el campo la mujer se queda en la casa y es el hombre quien sale a buscar las provisiones del hogar.
Es en estas salidas, algunos aprovechan para ir a los prostíbulos o tener relaciones sexuales con otras mujeres, considera la doctora.
Según la Encuesta Centroamericana de Vigilancia y Comportamiento Sexual y Prevalencia de VIH/ITS en poblaciones vulnerables, la prevalencia de la enfermedad en trabajadoras del sexo es cinco veces mayor que en el resto de la población.
Herbert Betancourt, coordinador de Onusida en El Salvador, analiza la situación dijo que "vemos que la enfermedad está creciendo en las mujeres del área rural. No resulta nada raro que (el grupo) de las amas de casa sea el que más esté engrosando, porque son mujeres del área rural donde estudiaron tercero o sexto grado y se dedicaron a su casa".
La relación de los hombres que contrajeron el virus en la zona urbana y rural es de 3 a 1, pero por cada dos mujeres infectadas en el área urbana hay una en lo rural.
"Quiere decir que por nuestros patrones culturales, en el área a rural la mujer no sale mucho de su casa, quiere decir que su compañero de vida, esposo o alguna otra pareja está llevando la enfermedad", agregó el representante de Onusida.
Betancourt expresó que Fomilenio ha puesto en marcha una buena estrategia de prevención.
Todas las obras de infraestructura tienen el componente de educación, además dan capacitación a las comunidades por dónde pasará la carretera.
Nieto añadió que lo fundamental es que las parejas practiquen la fidelidad, pero si no lo hacen, deben usar preservativos para evitar transmitir el virus. Ahora, Teresa es consejera y educadora. Su mensaje para las mujeres es que se cuiden.
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