Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt-VIH).
La noticia del día
05-03-2013
Como consecuencia de la falta de
apoyo por parte de algunas instituciones públicas, este año no hemos podido
enviar a ningún redactor de La Noticia del Día de gTt-VIH para
cubrir informativamente la XX Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones
Oportunistas (CROI 2013), que se está celebrando estos días en Atlanta (EE UU).
Para que podáis estar informados/as de las principales novedades que se están
presentando en este congreso, os hacemos llegar el boletín especial sobre la
CROI que publica la organización británica AIDSMAP/NAM, de la que somos
colaboradores en España desde hace muchos años. Intentaremos el próximo año
poder solucionar este problema y poder seguir realizando coberturas
informativas desde las sedes de las principales conferencias sobre el VIH y las
hepatitis virales.
Boletín especial CROI 2013 - martes
Boletín desde la XX Conferencia sobre Retrovirus e
Infecciones Oportunistas (CROI 2013).
Temas del martes, 05 de marzo de 2013:
La XX Conferencia sobre Retrovirus
e Infecciones Oportunistas (CROI 2013) se ha inaugurado con la presentación de
la emocionante noticia de la ‘cura funcional’ de una niña infectada por VIH.
Esta curación se produjo empleando una terapia antirretroviral con tres
fármacos, que se inició cuando la recién nacida apenas tenía horas de vida.
A día de hoy, la niña ha estado
sin recibir tratamiento durante un año. Aunque se han detectado niveles muy
bajos de ADN del VIH en las células de la niña, no existen pruebas de que el
virus esté replicándose. Esto es lo que se considera una cura funcional.
La pequeña nació de forma
prematura y la infección por VIH de la madre solo se diagnosticó en el momento
del parto. La carga viral de la mujer era detectable en el momento de nacer su
hija.
Las pruebas realizadas 30 horas
después del parto evidenciaron que el bebé presentaba un nivel detectable de
ADN y ARN del VIH y su carga viral era de unas 20.000 copias/mL.
En ese momento, a la recién
nacida se le administró de forma inmediata una combinación triple compuesta por
AZT (zidovudina, Retrovir), 3TC (lamivudina, Epivir) y
nevirapina (Viramune). Esta combinación de fármacos está recomendada
para todos los bebés nacidos de una madre con una carga viral detectable.
Transcurridos siete días, se
reemplazó nevirapina por Kaletra (lopinavir/ritonavir).
Al día 29 de terapia, la carga viral de la niña se había reducido hasta niveles
indetectables (por debajo de 20 copias/mL). El tratamiento se prolongó durante
18 meses.
Entonces, tanto la niña como la
persona que la cuidaba abandonaron el seguimiento médico y volvieron seis meses
más tarde. A pesar de la interrupción del tratamiento, la carga viral de la
recién nacida era indetectable y lo siguió siendo en posteriores pruebas.
Las pruebas intensivas revelaron
únicamente unos niveles muy pequeños del virus y no se detectó replicación del
VIH en las células CD4 ‘quiescentes’. Aunque se encontró ADN viral en células
CD4 latentes, no se observaron indicios de que se estuviera replicando.
En consecuencia, los médicos
consideran que se trata de un caso de cura funcional, en el que no se produce
la replicación del VIH a pesar de haber interrumpido la terapia.
Hasta la fecha, solo consta otro
caso de cura funcional, el del denominado ‘Paciente de Berlín’.
Actualmente, se están diseñando
estudios para comprobar si se puede alcanzar una cura funcional en otros bebés
con VIH.
Enlaces
relacionados [en inglés]:
Otros estudios presentados en la
conferencia pueden tener también implicaciones en la búsqueda de una cura.
Los resultados de dos ensayos no
relacionados en los que participaron adultos y adolescentes que habían iniciado
el tratamiento muy poco después de su infección por VIH evidenciaron que un
tratamiento muy temprano limitaba el tamaño de los reservorios de células CD4
de memoria con infección latente por el virus.
El estudio con adultos se llevó a
cabo en Tailandia y contó con 68 personas diagnosticadas con una infección por
VIH muy reciente. El inicio inmediato de la terapia se relacionó con un
reservorio de tamaño muy pequeño o incluso indetectable de ADN del VIH. Esta
característica también se observa en los denominados ‘controladores de élite’
(personas que viven con VIH pero mantienen una carga viral baja o indetectable
de forma constante sin necesidad de tratamiento antirretroviral).
El otro estudio examinó las
características virales de cinco adolescentes que se infectaron por VIH al
nacer y comenzaron a tomar tratamiento antirretroviral en sus dos primeros
meses de vida. Fue imposible detectar niveles de ADN del VIH capaz de
replicarse en ninguna de estas personas.
¿Qué pasa con las personas que
iniciaron el tratamiento cuando su infección por VIH ya era crónica? En estos
casos, la noticia no es tan buena. Los investigadores descubrieron grandes
reservorios virales en las personas que habían estado tomando una terapia
antirretroviral supresora incluso durante diez años. Las personas participantes
en este estudio empezaron el tratamiento cuando su recuento de CD4 estaba en
torno a las 200 células/mm3, un dato que sugiere que habían vivido
con VIH durante cierto tiempo. Los reservorios virales descendieron en el
trascurso de la terapia eficaz, pero siguieron siendo detectables. La mayor
edad y la mayor viremia basal fueron factores relacionados con la presencia de
reservorios virales de mayor tamaño.
Enlaces
relacionados [en inglés]:
La profilaxis preexposición (PPrE) empleando
el fármaco antirretroviral Truvada (FTC/tenofovir)
no resultó eficaz en la reducción de las infecciones por VIH entre las mujeres
heterosexuales en el África meridional.
En el estudio participaron más de
5.000 mujeres sin VIH que vivían en el sur de África y fue diseñado para
determinar la eficacia de tres estrategias que usaban tratamiento como modo de
prevenir la infección por VIH: una PPrE únicamente con tenofovir; una PPrE con Truvada y
un microbicida vaginal.
Tanto la PPrE con tenofovir como
el microbicida ya habían demostrado ser ineficaces y estos brazos del estudio
fueron interrumpidos en el año 2011.
Ahora, en el ensayo se ha
comprobado que la profilaxis preexposición con Truvada tampoco
tuvo un impacto real sobre el riesgo de infección por VIH.
Esta falta de eficacia
posiblemente se deba a que las mujeres del estudio no estaban tomando el
tratamiento. Los niveles de adherencia declarados por las participantes fueron
elevados. Sin embargo, el seguimiento del nivel de fármacos mostró que, a lo
sumo, apenas el 29% de las mujeres presentaban unos niveles detectables de
fármaco en la sangre.
El hecho de tener una menor edad
constituyó un gran factor de riesgo relacionado con una baja adherencia a la
profilaxis, algo que ya ha quedado reflejado en los hallazgos de otros
estudios.
Los resultados ponen de
manifiesto la dificultad que entraña traducir la promesa de la PPrE en una
realidad.
No obstante, los resultados de un
estudio con animales sugieren que un tratamiento inyectable administrado
únicamente cuatro veces al año podría solventar estos problemas de adherencia.
A un grupo de macacos rhesus se
les administró un inhibidor de la integrasa inyectable, y luego fueron
expuestos por vía rectal a un virus similar al VIH. Ninguno de los monos se
infectó por dicho virus y las concentraciones de fármaco se mantuvieron por
encima de los niveles necesarios para prevenir la infección por VIH durante un
periodo de hasta tres meses tras su administración.
Enlaces
relacionados [en inglés]:
Una combinación de tres fármacos
de acción directa contra el virus de la hepatitis C (VHC) ha logrado una tasa
de respuesta del 100%. En el estudio, participaron personas con VHC que no
habían tomado tratamiento con anterioridad (pacientes naive) y
otras que no habían respondido previamente a una terapia con interferón
pegilado y ribavirina (pacientes no respondedores).
El estudio ELECTRON contó con la
participación de 25 pacientes naive y nueve personas no
respondedoras. Todos los participantes tenían VHC de genotipo 1, la mayoría de
ellos con el genotipo 1a, más difícil de tratar.
Todas estas personas recibieron
una combinación de sofosbuvir, ledipasvir y ribavirina.
La terapia se prolongó durante 12
semanas. En ese momento, se comprobó que todos los participantes tenían una
carga viral del VHC indetectable. Esto también fue así a las semanas 4 y 12
tras la finalización de la terapia.
El tratamiento resultó seguro y
bien tolerado y solo el 4% de los participantes lo interrumpió debido a efectos
secundarios. La anemia, la depresión y el dolor de cabeza fueron los efectos
secundarios más habituales.
Enlaces
relacionados [en inglés]:
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