El Sida en la actualidad
Hace unos días supe de la existencia de una tribu originaria de El Chaco (Argentina) conocida como los Lenguas, quienes aceptando que no podían escapar de la Muerte, intentaban al menos engañarla. Si alguno de sus componentes moría, todos los que conformaban el grupo se cambiaban de nombre, evitando de esta forma que la Muerte, pese a haber estado tan cerca, pudiese recordarlos.
Una muestra más del ingenio humano preocupado por dar sentido a la vida intentando entender, justificar y/o prepararse para la muerte. Me hizo reflexionar una vez más sobre mi situación. Tengo ya una determinada edad y hace más de 15 años que me diagnosticaron como seropositivo al VIH, por lo que soy un superviviente de larga duración. La enorme cantidad de amigos que perdí, antes y después de saberlo, me llevó a proponerme el no asumir la muerte –por entonces no había medicación- sin plantarle cara. Opté, como otros muchos por la fórmula de darnos a conocer o sea poner rostro a la enfermedad y de manifestarnos públicamente en las circunstancias que así lo requerían. El acceso gradual a distintos medicamentos -los antirretrovirales facilitados de forma gratuita y generalizada, por el servicio de salud de nuestro estado social y de derecho- nos permitió alcanzar cierta dosis de tranquilidad dado que con el diagnostico inicial también solían comunicarte que como mucho dispondrías de un año o dos de vida.
Dejando las circunstancias personales al margen, intentaré acercarme al tema con datos actuales basados en la experiencia clínica y por tanto constatables. España fue desde los primeros casos hasta 1997 el país europeo con mayor incidencia de Sida, debido al uso compartido de jeringuillas. Desde principios de 1990 se ha registrado una disminución en la tasa de diagnósticos de infección por el VIH constatada en las comunidades autónomas que disponen de esta información, dándose la circunstancia de que en el año 2004 esta tasa se situó por debajo de la de varios países de Europa occidental. Pesó la importante disminución en las nuevas infecciones entre los usuarios de drogas por vía parenteral, y aunque la transmisión sexual no sufrió cambios importantes, los heterosexuales han pasado a ser los primeros afectados por las nuevas infecciones por VIH. La tasa de diagnósticos de VIH ha disminuido tanto en la población autóctona como entre los inmigrantes, aunque los rápidos cambios demográficos están logrando que crezca la incidencia de diagnósticos de VIH entre estos últimos.
En hombres homosexuales se han descrito aumentos recientes en la incidencia de infecciones de transmisión sexual tales como la sífilis y la gonococia que debilitan el sistema inmune permitiendo alertar sobre posibles ascensos en la transmisión del VIH. El número de personas que viven con el VIH en España se mantiene entre 100.000 y 150.000 (2,4 a 3,6 por 1.000 habitantes). La mejora en el pronóstico de vida derivada de los tratamientos antirretrovirales es innegable, aunque se producen todavía más de 2.000 casos de Sida (4,8 por 100.000 habitantes) y más de 1.600 muertes anuales (3,8 por 100.000 habitantes). Un tercio de las personas que iniciaron un proceso de Sida en 2004 no habían sido diagnosticadas de VIH hasta su ingreso hospitalario debido a enfermedades oportunistas, impidiéndoles iniciar el tratamiento antirretroviral a tiempo. Para analizar nuestra situación con respecto a otros países europeos se ha procedido a una comparativa con otras áreas geográficas obteniendo un índice de preponderancia de la transmisión. Este se establece analizando la distribución por género, edad y, finalmente, las principales vías de transmisión en cada país. Se ha empleado un diseño descriptivo en base a los datos más recientes sobre VIH/Sida publicados por OMS y ONUSIDA. Así en la región oriental, Estonia posee el índice de prevalencia más elevado en el rango de edad comprendido entre los 15 y los 49 años (10,96) y en la occidental tenemos a España con (6,25). La prevalencia media de VIH/Sida en la misma franja de edad llega al (7,09) en Europa Oriental, resultando casi tres veces superior a la de Europa occidental (2,60). En Georgia el 100% de los casos de SIDA se da entre personas con estas mismas edades. En España el 90% de los casos también se concentra en estas edades. Rumania es el país con mayor porcentaje de casos de niños con Sida y un alto porcentaje de mujeres con la enfermedad. En Bulgaria se da un predominio de la transmisión heterosexual (93%) y en Hungría predomina la homosexual (74%).
La lucha contra el VIH/Sida ha de sustentarse en medidas de prevención implicando de forma activa a los jóvenes –homos y heteros- y a las mujeres, puesto que la mayoría de las transmisiones del VIH se efectúa de forma predominante entre ellos. Y si mantienes o haz mantenido prácticas de riesgo sin usar condones es que solo estás intentando como los Lengua, engañar engañándote mientras que la prueba del VIH puede salvarte la vida.
En el Día Internacional del Sida -1º de diciembre- no se puede hablar del tema, sin al menos mencionar la inexistencia de una vacuna, a pesar de la cantidad de años transcurridos, y de que entre todos, desde una posición de privilegio, estamos permitiendo el genocidio de millones de personas que viven en África, Asia y América Latina, donde muchos países no disponen ni de los medios adecuados, ni de las medicaciones necesarias para combatir la pandemia.
Artículo de: Rubén Tosoni
Presidente de honor de gais positius
Hace unos días supe de la existencia de una tribu originaria de El Chaco (Argentina) conocida como los Lenguas, quienes aceptando que no podían escapar de la Muerte, intentaban al menos engañarla. Si alguno de sus componentes moría, todos los que conformaban el grupo se cambiaban de nombre, evitando de esta forma que la Muerte, pese a haber estado tan cerca, pudiese recordarlos.
Una muestra más del ingenio humano preocupado por dar sentido a la vida intentando entender, justificar y/o prepararse para la muerte. Me hizo reflexionar una vez más sobre mi situación. Tengo ya una determinada edad y hace más de 15 años que me diagnosticaron como seropositivo al VIH, por lo que soy un superviviente de larga duración. La enorme cantidad de amigos que perdí, antes y después de saberlo, me llevó a proponerme el no asumir la muerte –por entonces no había medicación- sin plantarle cara. Opté, como otros muchos por la fórmula de darnos a conocer o sea poner rostro a la enfermedad y de manifestarnos públicamente en las circunstancias que así lo requerían. El acceso gradual a distintos medicamentos -los antirretrovirales facilitados de forma gratuita y generalizada, por el servicio de salud de nuestro estado social y de derecho- nos permitió alcanzar cierta dosis de tranquilidad dado que con el diagnostico inicial también solían comunicarte que como mucho dispondrías de un año o dos de vida.
Dejando las circunstancias personales al margen, intentaré acercarme al tema con datos actuales basados en la experiencia clínica y por tanto constatables. España fue desde los primeros casos hasta 1997 el país europeo con mayor incidencia de Sida, debido al uso compartido de jeringuillas. Desde principios de 1990 se ha registrado una disminución en la tasa de diagnósticos de infección por el VIH constatada en las comunidades autónomas que disponen de esta información, dándose la circunstancia de que en el año 2004 esta tasa se situó por debajo de la de varios países de Europa occidental. Pesó la importante disminución en las nuevas infecciones entre los usuarios de drogas por vía parenteral, y aunque la transmisión sexual no sufrió cambios importantes, los heterosexuales han pasado a ser los primeros afectados por las nuevas infecciones por VIH. La tasa de diagnósticos de VIH ha disminuido tanto en la población autóctona como entre los inmigrantes, aunque los rápidos cambios demográficos están logrando que crezca la incidencia de diagnósticos de VIH entre estos últimos.
En hombres homosexuales se han descrito aumentos recientes en la incidencia de infecciones de transmisión sexual tales como la sífilis y la gonococia que debilitan el sistema inmune permitiendo alertar sobre posibles ascensos en la transmisión del VIH. El número de personas que viven con el VIH en España se mantiene entre 100.000 y 150.000 (2,4 a 3,6 por 1.000 habitantes). La mejora en el pronóstico de vida derivada de los tratamientos antirretrovirales es innegable, aunque se producen todavía más de 2.000 casos de Sida (4,8 por 100.000 habitantes) y más de 1.600 muertes anuales (3,8 por 100.000 habitantes). Un tercio de las personas que iniciaron un proceso de Sida en 2004 no habían sido diagnosticadas de VIH hasta su ingreso hospitalario debido a enfermedades oportunistas, impidiéndoles iniciar el tratamiento antirretroviral a tiempo. Para analizar nuestra situación con respecto a otros países europeos se ha procedido a una comparativa con otras áreas geográficas obteniendo un índice de preponderancia de la transmisión. Este se establece analizando la distribución por género, edad y, finalmente, las principales vías de transmisión en cada país. Se ha empleado un diseño descriptivo en base a los datos más recientes sobre VIH/Sida publicados por OMS y ONUSIDA. Así en la región oriental, Estonia posee el índice de prevalencia más elevado en el rango de edad comprendido entre los 15 y los 49 años (10,96) y en la occidental tenemos a España con (6,25). La prevalencia media de VIH/Sida en la misma franja de edad llega al (7,09) en Europa Oriental, resultando casi tres veces superior a la de Europa occidental (2,60). En Georgia el 100% de los casos de SIDA se da entre personas con estas mismas edades. En España el 90% de los casos también se concentra en estas edades. Rumania es el país con mayor porcentaje de casos de niños con Sida y un alto porcentaje de mujeres con la enfermedad. En Bulgaria se da un predominio de la transmisión heterosexual (93%) y en Hungría predomina la homosexual (74%).
La lucha contra el VIH/Sida ha de sustentarse en medidas de prevención implicando de forma activa a los jóvenes –homos y heteros- y a las mujeres, puesto que la mayoría de las transmisiones del VIH se efectúa de forma predominante entre ellos. Y si mantienes o haz mantenido prácticas de riesgo sin usar condones es que solo estás intentando como los Lengua, engañar engañándote mientras que la prueba del VIH puede salvarte la vida.
En el Día Internacional del Sida -1º de diciembre- no se puede hablar del tema, sin al menos mencionar la inexistencia de una vacuna, a pesar de la cantidad de años transcurridos, y de que entre todos, desde una posición de privilegio, estamos permitiendo el genocidio de millones de personas que viven en África, Asia y América Latina, donde muchos países no disponen ni de los medios adecuados, ni de las medicaciones necesarias para combatir la pandemia.
Artículo de: Rubén Tosoni
Presidente de honor de gais positius
No hay comentarios:
Publicar un comentario