Pau Gassol en una campaña para UNICEF.
VIH-SIDA
enfermedad que también ha cobrado víctimas en el deporte.
Artículo
de Notimex
México.- Aunque la pandemia VIH
arrancó en África Central, pasó inadvertida mientras no empezó a afectar a
población de países ricos, en los que la inmunosupresión del SIDA no podía
confundirse fácilmente con depauperación debida a otras causas, sobre todo para
sistemas médicos y de control de enfermedades muy dotados de recursos.
La muestra humana más antigua
que se sepa que contiene VIH, fue tomada en 1959, a un marino británico, quien
aparentemente la contrajo en lo que ahora es la República Democrática del
Congo.
Otras muestras que contenían el
virus fueron encontradas en un hombre estadounidense que murió en 1969 y en un
marino noruego en 1976. Se cree que el virus se contagió a través de actividad
sexual, posiblemente a través de prostitutas, en las áreas urbanas de África.
A medida que los primeros
infectados viajaron por el mundo, fueron llevando la enfermedad a varias
ciudades de distintos continentes
Desde su aparición en el año de
1979, en la ciudad de Nueva York, en unos pacientes homosexuales, el Síndrome
de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), se ha convertido en un enemigo y asesino
silencioso del género humano.
Tras darse a conocer la suerte
de esos pacientes neoyorkinos, se abrió “la Caja de Pandora”, ya que empezó a
expandirse un virus del que poco o nada se sabía y que se propagaba a una
velocidad vertiginosa sin hacer distingos de sexo o posición económica.
Así, la enfermedad de lo que
posteriormente se llamaría Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), hacía su
aparición en todas las esferas y el deporte no quedó exento de ser víctima de
esta pandemia a la que hasta ahora, apenas existen idicios de una vacuna que
podría servir de cura. Dentro del mundo deportivo varios son los casos famosos
de atletas que han hecho público el padecimiento de este mal, tenistas,
basquetbolistas, boxeadores, clavadistas y patinadores por mencionar algunas
especialidades, varios de ellos murieron, pero otros lograron sobrevivir a este
mal.
En la relación de deportistas
que han fallecido a consecuencia de este mal, destaca el tenista estadounidense
Arthur Ashe, quien murió el 6 de febrero de 1993, debido a complicaciones luego
haberse sometió a una cirugía de corazón abierto, recibió sangre contaminada
con el virus del VIH. Como jugador, Ashe consiguió ganar tres torneos de los
llamados “Grand Slam”, al alzarse con el cetro de los torneos “Abierto de
Australia, de Estados Unidos y el célebre Torneo de Wimbledon”.
Otro célebre deportista que
falleció víctima de esta enfermedad, fue el púgil puertorriqueño Esteban de Jesús,
quien fuera campeón mundial de la categoría de los pesos ligeros y quien tuvo
el privilegio de ser el primer boxeador en cortarle su racha invicta al
peleador panameño Roberto “Manos de Piedra” Durán. Los problemas del púgil
boricua fueron por su adicción a las drogas, que lo llevó a ser encarcelado,
luego de hallarse culpable de asesinato de un joven de 17 años de edad. Estando
en prisión se dio a conocer que era portador del Virus VIH y el gobernador de
Puerto Rico, Rafael Hernández Colón le concedió el indulto para que saliera de
prisión y pasara lo que le quedaba de vida con su familia.
Poco antes de que falleciera el
puertorriqueño, éste fue visitado por su eterno rival, el panameño Roberto
Durán, con quien tuvo un emotivo reencuentro, luego de las tres fragorosas
batallas que estos dos peleadores escenificaron en los cuadriláteros.
Otro destacado deportista que
cayó víctima del SIDA, fue el beisbolista Alan Wiggins, quien fuera jardinero y
segunda base con las escuadras de Padres de San Diego, con quien llegó a la
Serie Mundial de 1984, la cual perdieron ante Tigres de Detroit, cuatro juegos
a uno y jugó también con los Orioles de Baltimore. Desde los inicios de su
carrera deportiva Wiggins, estuvo involucrado en problemas con drogas, en
especial con la cocaína y fue el 6 de enero de 1991, cuando falleció a causa de
complicaciones de salud relacionadas con esta enfermedad.
Por otra parte, hay deportistas
que hasta la fecha han logrado sobrevivir al hecho de habérseles detectado esta
enfermedad, sin duda sobresalen dos casos: el basquetbolista Earvin “Magic”
Johnson y el clavadista Greg Louganis.
En el caso del “Showtime”, como
también se le conocía a Johnson cuando jugaba en la escuadra de los Lakers de
Los Angeles. Fue el 7 de noviembre de 1991, cuando el jugador haría pública su
condición de portador del virus VIH y anunciaba su retiro de las canchas “para
enfrentar una enfermedad mortal”. Pero el gran poder económico y la fortuna que
había hecho como jugador y que le permitió convertirse en el primer ex jugador
en ser propietario minoritario de un equipo de la NBA, fue lo que definitivamente
lo salvó.
Durante varios años “Magic”
Johnson se sometió a un tratamiento, donde se le administraban inyecciones
elaborados con un retroviral conocido como “AZT” y cada sesión, se sabe tenía
un costo de al menos de 10 mil dólares. Recientemente se cumplieron 20 años de
que el mítico jugador de Lakers de Los Angeles, diera a conocer que era
portador de esa enfermedad y tras una dura lucha ha logrado vencerla y ser uno
de los sobrevivientes, eso sí gracias a que tenía los medios y el acceso a los
fármacos, para poder erradicar o controlar este mal.
Otro deportista célebre que ha
sobrevivido a este mal, es el clavadista estadounidense Greg Louganis, quien
fuera doble medallista de oro en los Juegos Olímpicos de Los Angeles 1984 y
Seúl 1988, adjudicándose en ambos casos el primer sitio, tanto en trampolín de
tres metros, como plataforma de 10 metros.
Hay que recordar que en durante
el desarrollo de la prueba de trampolín de tres metros en los Juegos de Seúl,
Louganis sufrió un accidente al ejecutar uno de sus saltos al golpearse la
cabeza contra el trampolín lo que le causó una conmoción que no le impidió
colgarse el oro. Años después se daría a conocer que al momento de sufrir ese
percance en el trampolín, ya era portador del virus VIH, por lo que más de un
clavadista que compitió con él, se hizo un examen, para tener la certeza si
estaban infectados o no.
Posteriormente, Louganis quien
se declaró abiertamente homosexual, escribió un libro autobiográfico “Rompiendo
la Superficie”, obra que fue el best seller número uno durante cinco semanas y
que dio paso a un documental sobre él, que se filmó en 1996 y tras ello se ha
vuelto un activista, en la lucha para prevenir esta enfermedad.
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