31 mar 2009

Testimonio de gays en la 3ª edad.


Fernando Olmedo: "Las cosas han cambiado, pero te sientes muy solo"
"Fui uno de los primeros que me contagié del VIH y llevo 20 años en tratamiento",. Este es el valiente testimonio de Fernando Olmedo, un médico psiquiatra de 64 años. Su vida ha sido muy dura, pero nunca ha renunciado a seguir siendo tal y como es. Durante 15 años vivió felizmente con el que fue su gran amor, pero este murió en 1989 tras serle detectado el sida. Solo transcurrió un año y medio entre el diagnóstico y el fallecimiento. Olmedo ha experimentado en carne propia cómo el sida ha pasado de ser una enfermedad mortal a una crónica."Cuando se me detectó la enfermedad mis propios compañeros de trabajo me recomendaron que me retirara para que viviera el resto de mi supuesta corta vida junto a los amigos y la familia", explica Fernando. Abandonó su profesión y, desde entonces, ya han pasado dos décadas. Un tiempo en el que, a pesar de resistir al sida por la medicación, ha sufrido mucho. "No sabía qué hacer. Iba de depresión en depresión y tuve que ser internado en un centro psiquiátrico", dice Olmedo. Desde entonces ha estado ingresado en varios centros en los que no ha hallado un trato de comprensión. Ahora por fin vive en su casa con una cuidadora pero considera que "un psicólogo debería hacer un seguimiento de las personas que padecen el sida". "En 20 años las cosas han cambiado, pero te encuentras muy solo", lamenta. Fernando reclama centros de cuidado específicos para los ancianos homosexuales. "Si todo el mundo fuera tolerante no sería necesario que exigiéramos estos espacios", asegura. Ruben Tosoni, un seropositivo de 61 años, también defiende la propuesta. "Nuestro colectivo ha sido perseguido durante siglos. No vivimos con normalidad por culpa de la sociedad y no quiero que, si voy a un centro de día, se me mire como un bicho raro", dice Tosoni.

El colectivo gay denuncia las graves dificultades que sufren durante la tercera edad


• Aseguran que en las residencias de ancianos tienen que hacerse "invisibles"
SARA GONZÁLEZ
BARCELONA

Fueron la generación que se enfrentó al franquismo para que su tendencia sexual no fuera considerada un delito y, ya en la tercera edad, no están dispuestos a volver al armario por culpa de una costra homófoba contra la que aún tienen que luchar en plena vejez. El Grup d'Amics Gais, Lesbianes, Transsexuals i Bisexuals (GAG) reivindicó ayer, en una jornada celebrada en el centro cívico de Sant Andreu, las necesidades de un "colectivo invisible" en las residencias de ancianos y otras instancias imprescindibles para las personas mayores homosexuales.
"Muchos no tenemos familia biológica o nos ha rechazado nuestra propia familia, que creció con la mentalidad de otros tiempos", afirma José Benito, presidente del GAG. A estas adversidades se suman, según el colectivo, unas instituciones que no están preparadas para hacer frente "a la diferencia". "Queremos dar respuesta a una necesidad actual. Hay muchas personas homosexuales que, cuando son mayores, tienen que regresar al armario para ser cuidadas. Las instancias cuidadoras --la familia y los recursos asistenciales-- son homófobos o, como mucho, tolerantes", asegura Joan Andreu Bajet, patrón de la Fundació Enllaç, una entidad que tiene por objetivo identificar y evaluar las necesidades del colectivo gay.

LAS INJUSTICIAS
Parejas que son separadas al ingresar en una residencia porque no son consideradas como un matrimonio, personas que viven en pisos tutelados y sufren, en silencio, brotes homófobos y homosexuales que requieren asistencia en su vida diaria cuya tutela es otorgada a una institución en lugar de a la pareja. Estos son solo algunos ejemplos de las situaciones traumáticas que deben afrontar en un entorno pensado por y para heterosexuales. "La administración nos pueden garantizar que seremos respetados por los profesionales en las instituciones, pero nadie nos asegura que el resto de ingresados no nos haga el vacío", dice Josep Maria Raduà, vicepresidente de Enllaç.
Quieren que su problema sea visible y piden instituciones donde sean tratados tal y como son. Proponen la creación de pisos compartidos en los que se garantice un porcentaje de inquilinos homosexuales y residencias para el colectivo. "No defendemos los guetos, se trata de discriminación positiva para no renunciar a lo que somos", afirma Bajet.


19 mar 2009

Visita a ÁFRICA


El Periódico de cataluña 19/3/2009 

EDITORIAL: 'El Papa y el sida'

Gobiernos y oenegés acusan al Papa de minar las campañas contra el sida

La extensión de la pandemia del sida es una de las grandes tragedias de África. Según las estadísticas suministradas por Onusida, 24,5 millones de africanos padecen la enfermedad, 6.000 de los cuales mueren cada día. En un país como Suráfrica, el 20% de los adultos son portadores del virus; en otro como Botsuana, el 80% de los adolescentes de 15 años están expuestos a contraer el mal y morir por su causa. A lo que debe añadirse el drama de la generación de niños huérfanos debido a la enfermedad o que nacen seropositivos.
Sin embargo, estos y otros muchos datos, que traducen los efectos del azote que golpea al continente, no han sido suficientes para contener al Papa y evitar que sostenga que el recurso al preservativo no hace más que "agravar el problema". Tampoco ha detenido a Benedicto XVI la opinión de la comunidad científica ni el hecho de que en Camerún, primera escala de su viaje por África, el 9% del censo esté afectado por la enfermedad. La cabeza de la Iglesia ha preferido manifestarse a soslayar el tema, ha preferido invocar la abstinencia sexual a acercarse al pensamiento de sus anfitriones, para quienes la sola idea de la abstinencia violenta sus tradiciones culturales más arraigadas.
Habida cuenta del prestigio y la influencia del Papado, resulta especialmente criticable el dogmatismo de las aseveraciones de Benedicto XVI. Porque su voz no predica en el desierto, sino que llega a todas partes, y porque, por fortuna, muchas órdenes religiosas cumplen con abnegación y sentido profético una labor humanitaria insustituible en África, que solo arroja resultados después de un trabajo ímprobo que con frecuencia incluye la distribución de preservativos.

8 mar 2009

Día Internacional de la Mujer


"Los derechos humanos de la mujer y de la niña son parte inalienable, integrante e indivisible de los derechos humanos universales. La plena participación, en condiciones de igualdad, de la mujer en la vida política, civil, económica, social y cultural en los planos nacional, regional e internacional y la erradicación de todas las formas de discriminación basadas en el sexo son objetivos prioritarios de la comunidad internacional."
(Declaración y Programa de Acción de Viena, parte I, párrafo 18)